Esta historia comienza como solo pueden empezar las historias en el Perú: con un buen plato de anticuchos en la mesa. En específico, aquellos que se vendían cerca al Estadio Nacional, allá por la década del 70 (una tradición que se conserva a la fecha) y que se convirtieron en el gran antojo de doña Aurora ‘Nena’ Baró. Sibarita y gran cocinera, ‘Nena’ alentó a su esposo a abrir un restaurante propio para vestir la cocina criolla de gala, como nunca antes se había hecho en Lima.
La sede elegida fue San Isidro y, el nombre, José Antonio. Pero no por la famosa canción de Chabuca Granda, como muchos suelen pensar, sino por los dos nombres de los padres de sus fundadores: José y Antonio. Fue un 27 de julio de 1972 cuando se abrieron las puertas de aquel primer local, y no es poco lo que se vive en medio siglo de operación.
Cincuenta años más tarde, con toda suerte de crisis en el país y una pandemia de por medio, el José Antonio conserva en sus cocinas esa misma tradición de antaño, con porciones abundantes, un ambiente cálido y casero, y las recetas de oro que consagraron este espacio desde sus comienzos como una parada obligatoria en el circuito gastronómico de la capital.
La carta es bastante amplia y mucho de los platos tienen más de una presentación (el lomo saltado puede salir regular, o acompañado de tacu tacu, por ejemplo). Todo depende de lo que se quiera probar en la visita y con cuántos comensales se compartirán los platos.
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Obligatorios son el ají de gallina, el cau cau, la carapulcra, el piqueo José Antonio y, en definitiva, esos anticuchos que lo empezaron todo y que se mantienen sabrosos y jugositos, como se ofrecieron desde el primer día. La única recomendación posible es venir aquí con tiempo y apetito, para hacerle honor a este menú, como corresponde.
Otros antojos:
- Las entradas merecen un espacio especial. Tres páginas enteras de la carta están dedicadas a una interesante diversidad de bocados, que buscan dar comienzo a la experiencia, pero muchas veces resultan ser el plato principal. Imposible perderse el piqueo José Antonio, abundante bandeja con anticucho, choclito, papa rellena, croquetas de yuca, tamalito verde, chicharrón de chancho con camote frito y salsa criolla. Wn el menú hay desde pulpo al olivo y rocoto relleno, hasta ocopa o sangrecita: el 360 criollo.
- Siempre hay espacio para el postre. no aconsejamos perderse ni los picarones ni el suspiro a la limeña.
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Más información;
Dirección: Bernardo Monteagudo 200, San Isidro
Teléfono: 2640188
Instagram: @joseantoniorestaurante