En tiempos donde el mundo parece caerse a pedazos, con guerras y conflictos sociales, y políticos que amenazan a la humanidad, Lopon Jigme Rigdzin tiene la noble misión de esparcir armonía y paz. Es un trabajo que ejerce desde que era adolescente, cuando sintió el llamado del camino espiritual. Jidgme nació y creció en el paradisíaco municipio de Aracaju, en Brasil, pero su vocación lo llevó de muy joven a la lejana y fría región del Tíbet, donde se formó como monje budista. Allí, entre otras cosas, aprendió una serie de técnicas de meditación que tienen como fin “la liberación de las ansias e impurezas”.
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Hoy es el lama, o representante espiritual, del linaje budista Drukpa en el Perú. Llegó a nuestro país en el 2022, luego de vivir diez años en Nepal. “Abordamos los problemas de la vida cotidiana desde una perspectiva budista. Lo que buscamos es llegar a un estado de concentración que nos permita alejar esos pensamientos que nos afligen. Es un trabajo mental que les enseñamos a cultivar a las personas”, nos cuenta.
PAZ INTERIOR
Existen diversas formas de meditación budista, las cuales varían según la escuela y tradición. Para explicarlo de una forma sencilla, en Drukpa Perú se acercan a lo que se conoce como mindfulness, un método de origen budista cuyo objetivo es lograr un profundo estado de conciencia a través de la respiración. Estas sesiones, además, incluyen mantras (conjunto de frases que se recitan durante el ejercicio) y sonidos de tambores y campanas que inducen a un estado de relajación.
“En el mundo actual, muchas personas viven a mil por hora. Con muchas cosas en la cabeza. Con la meditación, la idea es poder bajar esas revoluciones. Que la mente vuelva a su estado natural”, explica el maestro budista, arrodillado sobre un pequeño banco de espuma. “El impacto de esta actividad puede ser muy positivo en la vida de la gente. Los resultados, en la gran mayoría de casos, son bastante gratificantes”, añade.
Lo interesante de este espacio, rodeado de telas y adornos de origen asiático, al que se ingresa sin zapatos, es que cualquier persona, sin importar su religión, puede sumergirse en esta filosofía de vida. Aquí llegan jóvenes y adultos, hombres y mujeres, de distintas edades. Tal es el caso de Marco Chávez, quien desde hace cinco años practica la meditación budista. “Me ha ayudado a temperar mis emociones. Muchos de nosotros, como seres humanos, vivimos experiencias de sufrimiento. Pero la meditación te enseña que todo es temporal. Te da un balance para evitar caer en depresión”, comenta Marco.
En tiempos de crisis y cuando la ansiedad asoma, esta es una gran alternativa para encontrar la calma. Las sesiones son presenciales, pero también virtuales. En este centro de meditación lo esperarán con los brazos abiertos. Solo es cuestión de dejarse llevar por el camino de la espiritualidad.
Drukpa Perú cuenta con dos sedes: una en Lima (avenida La Fontana 301) y otra en Cusco. Las sesiones tienen horarios por la mañana y la noche, los siete días de la semana.
Para mayor información, su página en Facebook: Drukpa Perú.