Llegar al Cusco y conocer Machu Picchu es una actividad que todo turista que llega a nuestro país busca realizar. Sin embargo, además de observar el Huayna Picchu y fotografiarse con ese espectacular fondo, la ciudadela inca tiene otros atractivos para disfrutar.
El Santuario Histórico de Machu Picchu cuenta con una gran riqueza natural y cultural, y otros complejos arqueológicos que empezarán a ser promocionados.
Nuevos complejos arqueológicos
La diversificación turística está prevista en el nuevo plan de esta área natural para el periodo entre el año 2015 y el 2019.
"Anteriormente solo se aprovechaba una parte de la red del Camino Inca y la ciudad de Machu Picchu, pero hemos evaluado el potencial y se va a poner en valor otros complejos arqueológicos como 50 gradas, Intipunku, Incaraccay, Wiñayhuayna, la montaña de Machu Picchu, el Templo de la Luna; lo que queremos hacer es ordenar la actividad y diversificar la oferta”, afirmó José Carlos Nieto, jefe del Santuario Histórico de Machu Picchu.
El Santuario Histórico de Machu Picchu, que tiene 32,500 hectáreas, cuenta con especies únicas de aves y flores como las orquídeas, que son parte de nuestra riqueza natural y pueden interesar a un turismo especializado en naturaleza.
Caminos del Inca
La propuesta también consiste en utilizar la red de los diferentes caminos inca, que actualmente son seis, pero solo se llega a utilizar uno debido a algunos problemas naturales. Los turistas también quieren visitar los otros tipos de circuitos, por lo que estos serán habilitados para que también otras poblaciones se puedan beneficiar por la llegada de turistas.
"Hay un trabajo bastante serio y si se hace de manera ordenada se puede recibir un mayor número de visitantes sin poner en riesgo el patrimonio que tenemos", aseguró Nieto.