Presidente de Toyota Motors, Koji Sato (izquierda) anunció a Masahiro Inoue (derecha) como nuevo presidente de Daihatsu. (Foto: EFE/EPA/FRANCK ROBICHON)
Presidente de Toyota Motors, Koji Sato (izquierda) anunció a Masahiro Inoue (derecha) como nuevo presidente de Daihatsu. (Foto: EFE/EPA/FRANCK ROBICHON)
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Agencia EFE

Toyota Motor anunció la reestructuración de la cúpula directiva de su subsidiaria Daihatsu tras el escándalo de manipulación de datos de sus vehículos, que provocó la paralización de los envíos globales de la filial y también afectó a la producción de la firma matriz.

El CEO de Toyota, Koji Sato, afirmó en rueda de prensa que los cambios al frente de Daihatsu están dirigidos a “aplicar medidas para evitar la repetición” de los problemas detectados y a “reformar la organización y la cultura empresarial” en la firma, circunstancias que “permitieron que el error tuviera lugar”.

Soichiro Okudaira, hasta ahora presidente del fabricante de minivehículos y vehículos utilitarios, dejará su cargo y será sustituido por Masahiro Inoue, quien ejercía como CEO de Toyota para el mercado latinoamericano y caribeño.

Junto a Okudaira abandonarán la directiva de Daihatsu su consejero delegado, Sunao Matsubayashi, y su director, Masahiro Yamamoto, entre otros altos cargos que serán reemplazados en su totalidad por ejecutivos provenientes de Toyota Motor.

El máximo responsable de Toyota volvió a ofrecer hoy sus “profundas disculpas” a sus clientes, proveedores y distribuidores por el escándalo de Daihatsu, en su comparecencia ante los medios.

La subsidiaria se vio obligada suspender toda la producción de sus plantas domésticas el pasado 20 de diciembre tras detectarse que los test de seguridad o emisiones de la mayoría de sus modelos fueron manipulados, lo que dio lugar también al parón de sus ventas a nivel global.

Las irregularidades se extendieron además a Toyota Industries Corporation (TICO), fabricante de maquinaria y otra filial de Toyota, y a modelos producidos por Daihatsu para la matriz, lo que a su vez derivó en la suspensión de operaciones de algunos proveedores y en el cierre temporal de plantas de Toyota Motor en Japón.

El CEO de Toyota afirmó que desde la víspera se han logrado reanudar por completo la producción y los envíos “de algunos de los modelos” afectados, en línea con la vuelta a la normalidad progresiva de las plantas domésticas tanto de Daihatsu como de Toyota Motor durante las últimas semanas.

Sato también apuntó a la “excesiva carga” depositada sobre la capacidad de trabajo de Daihatsu como raíz de las irregularidades, y señaló que la nueva directiva de la empresa “deberá escuchar atentamente a la gente que trabaja ahí” y “crear un sistema que restaure la soberanía del lugar de trabajo”.

Daihatsu, subsidiaria de plena propiedad de Toyota, es uno de los mayores fabricantes de minivehículos ‘kei’ (ligeros), modelos ampliamente populares en Japón y en países del sudeste asiático, y como tal desempeña un papel fundamental en la estrategia de expansión de ventas de Toyota en todo el continente asiático.

En el ejercicio fiscal 2022 (desde abril de ese año al pasado marzo), Daihatsu produjo 1,7 millones de vehículos a nivel global, la mitad de ellos fabricados en plantas nacionales.

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