En los últimos años, se ha puesto muy de moda decir “yo hago ayuno intermitente”, pero muchos no saben a qué se refieren las personas que lo realizan. Es muy común pensar que aplicarlo puede traer diversos problemas en la salud, en el físico e incluso traer consigo enfermedades, por ello en esta nota aclararemos todas esas dudas que se tienen acerca del tema.
El ayuno intermitente consiste en restringir el consumo de alimentos durante determinadas horas del día. Pero también existe otra modalidad en el que los alimentos se restringen durante ciertos días de la semana. Es decir, puede ser un ayuno de 16 horas y un periodo de comer durante 8 horas u otros dependiendo de lo que se haya establecido.
Esta dieta suena tentadora debido a que sus resultados son bastante notorios en pocos días; sin embargo no es adecuado seguirla sin supervisión médica. Un error muy usual es pensar que si uno realiza la dieta del ayuno intermitente, durante las horas que tienes permitido comer puedes ingerir todo lo que quieras, pero esto es falso. Los médicos recomiendan tomar los nutrientes que necesitamos durante las horas de ingesta.
¿Quiénes pueden seguir esta dieta?
No es tan simple como parece. Algunas personas desean empezar a ejecutar esta dieta, pero no están seguras si realmente será sano para sus cuerpos. Por ello, el nutricionista Luis Morán, aseguró en una entrevista con la revista Nius, que este tipo de dieta no la pueden seguir personas que padecen diabetes tipo 1 ni problemas renales ni las personas con trastorno de la conducta alimentaria (TCA) o las embarazadas, debido a que pueden producir consecuencias realmente graves en la salud.
“No hay estudios a largo plazo sobre la efectividad de este tipo de intervención, ni sobre cómo puede afectar a determinadas patologías tipo cáncer u otras enfermedades. Pero sí hay evidencias científicas de que en determinadas personas es igual de efectiva a la hora de perder peso que una dieta hipocalórica convencional”, afirmó Morán.
Beneficios y efectos secundarios
Si bien es cierto, el dejar de comer puede no sonar tan tentativo de realizar, pero este tipo de dieta posee diversos beneficios:
- Las personas que realizan esta dieta, han tenido menores tasas de enfermedad arterial coronaria y diabetes tipo 2.
- Ayuda a mejorar la sensibilidad hacia la insulina.
- Mejora la presión sanguínea.
- Ayuda a reducir grasa, especialmente en personas obesas.
- Ayuda a combatir el estrés oxidativo.
Por otro lado, es relevante resaltar algunos efectos secundarios que puede traer consigo: fatiga, insomnio, náuseas y dolores de cabeza. Dependiendo de la persona, pueden desaparecer en un mes.
“Como cualquier otra dieta, se busca que el paciente acabe por adoptar una alimentación saludable con práctica de ejercicio. Es verdad que una dieta mediterránea con restricción calórica, al tener esta más variedad de alimentos, nos proporciona más cantidad de nutrientes y puede ser algo más saludable. Pero, con el objetivo de conseguir reducción de grasa corporal, no hay ninguna dieta mejor que otra. Lo que hay es una mejor dieta por persona, es decir, aquella que mejor se adapte a los hábitos de vida de cada uno”, aseguró el nutricionista.
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