Los programas médicos en la televisión
En casi todos los países del mundo, los medios de comunicación están siendo usados por organizaciones y profesionales de la salud para llevar mensajes de salud a la comunidad. Sabiendo que la televisión es uno de los medios mas poderosos en la efectividad de los mensajes, no es raro entonces que este medio sea muy usado para llegar al público con mensajes de salud.
Pero ¿se ha preguntado alguna vez si los mensajes que le dan los programas de televisión de salud son científicamente correctos o simplemente son vehículos de mercadeo de productos comerciales?
En otras palabras, ¿cómo sabemos si la dieta, el producto o simplemente el mensaje del que esta hablando el doctor de la televisión es científicamente correcto o esta sesgado por algún interés comercial magistralmente oculto?
Pues esa es la respuesta que buscó un grupo de investigadores de la Universidad de Alberta en el Canadá y cuyo estudio fue publicado el pasado 17 de diciembre en la revista “British Medical Journal”, siendo este primer estudio que analiza el contenido científico de un programa médico de televisión.
Para saber si los programas médicos de televisión nos están dando gato por liebre, los investigadores analizaron dos programas muy populares en los Estados Unidos: “El Show del Dr. Oz” y “The Doctors”. El objetivo fue muy simple: determinar la calidad de las recomendaciones de salud y los mensajes de esos dos programas.
Esos dos programas constituyen, en los Estados Unidos y en otros países que han comprado los derechos para usar la franquicia (el Perú es uno de ellos), una fuente de información de salud muy popular. En EEUU, mas de cinco millones de personas miran diariamente alguno de esos dos programas y sus conductores (Dr. Oz y Dr. Stork) se han convertido en iconos de información de salud al consumidor.
Lo que hicieron los investigadores fue grabar todos los episodios del programa del Dr. Oz del 11 de enero al 1 de mayo del 2013 (79 episodios) y del programa The Doctors del 7 de enero al 1 de mayo del 2013 (78 episodios).
Posteriormente, los investigadores miraron cada episodio, recolectando datos acerca de las afirmaciones científicas y recomendaciones que se hacían en el programa y poniéndola a disposición de un panel de expertos científicos para que determinen si esas afirmaciones y recomendaciones estaban o no avaladas por estudios científicos formales.
Lo que encontraron fue muy interesante. A pesar de que para ambos programas el tópico mas común fue el consejo medico de tipo general, tal como ponerse una vacuna, o no tomar medicinas sin receta por ejemplo, para el Dr. Oz este tópico solo fue de 32%, mientras que para The Doctors fue de 65%. En otras palabras, el programa The Doctors ofrecen el doble de consejos médicos que el Dr. Oz.
El segundo tema mas frecuente para ambos programas fue la promoción de suplementos dietéticos no relacionados a la baja de peso (como por ejemplo “dietas que mejoran el sistema inmunológico”. El Dr. Oz le dedico 25% de sus consejos a este tema y The Doctors 9%.
Pero lo llamativo fue que la combinación de consejería dietética y perdida de peso tomó el 43% de los consejos del Dr. Oz pero solo 17% de los consejos de The Doctors.
Pero además de analizar los temas principales de cada programa , los investigadores analizaron también las recomendaciones especificas y encontraron que la recomendación mas común del Dr. Oz (40%) era el consejo de dietas y alimentación, mientras que para The Doctors, la recomendación mas común (18%) fue que el televidente consulte con su médico para clarificar alguna duda con su salud. Al respecto, solo 9% de las recomendaciones del Dr. Oz fueron encaminadas a alentar a que el televidente consulte con su doctor.
Y por ultimo, los investigadores descubrieron que el 46% de las recomendaciones de salud que se dan en esos programas no tienen ningún sustento científico serio y que solo 33% de los consejos del Dr. Oz y 53% de los consejos de The Doctors tuvieron algún leve nivel de evidencia científica.
Esos hallazgos demuestran que el programa del Dr. Oz esta muy dedicado a la promoción de dietas y productos para bajar de peso, lo cual le provocó un bochornoso incidente en el Senado de Estados Unidos adonde fue por lana y salió trasquilado.
Resulta que la subcomisión de Protección al Consumidor y Seguridad de Productos invitó al Dr. Oz para que de su opinión sobre el asunto de las falsas propagandas sobre las “dietas y productos milagrosos” para bajar de peso.
Cuando empezó su testimonio, el Dr. Oz nunca se imaginó que la Presidenta de la subcomisión le tenia preparada una serie de grabaciones en las que el mismo alababa en su programa las “propiedades mágicas” de las semillas de café verde para bajar de peso.
Del mismo modo, el había dicho en un programa de noviembre del 2012 que la gente podía bajar de peso “sin dieta, sin ejercicio y sin esfuerzo” si usaba el “mágico” hongo “quemador de grasa” llamado Garcinia cambogia.
Al ser confrontado con la evidencia de que no existen estudios científicos que avalen esas afirmaciones, al controvertido cirujano no le quedó mas que agachar la cabeza y reconocer que su programa necesita ser “un poco sensacionalista” porque sino, “no lo vería nadie”.
Los investigadores concluyen que los televidentes deben tener mucho cuidado y deben ser muy escépticos cuando miran ese tipo de programas de televisión, debido q que casi la mitad de los consejos médicos que se dan en ellos no tienen ningún sustento científico ni están avalados por estudios serios.
Finalmente los investigadores se hacen una pregunta filosófica que es importante analizar: ¿debemos esperar que este tipo de programas médicos de la televisión sirvan para educar o es que por la misma naturaleza de su producción, estos programas son mas de entretenimiento que de educación?
Los investigadores apuntan a que hace falta estudiar el otro lado de la moneda, es decir falta saber cuales son las expectativas del público al mirar esos programas de televisión. En otras palabras, ¿que es lo que espera el televidente al ver al Dr. Oz y sus clones: ser educado, entretenido, o ambos.
Nuestra recomendación es muy simple: dese cuenta de las intenciones de los doctores que salen en la radio o la televisión (incluida mi persona por supuesto) y analice si le quieren vender algún producto. Dese cuenta si le están vendiendo alguna hierba, un suplemento de vitaminas o minerales o le están tratando de describir las bondades de alguna “dieta mágica”, algún mineral “que sirve para todo” o algún “producto milagroso” aun no “reconocido por la ciencia”.
En otras palabras, dese cuenta quien lo quiere informar y educar y quien solo desea su dinero.