Reseña de The Fallen Symmetry - Renacer en la Tormenta - Soul Asphyx Arts - 2015 (lanzado 2016)
Agradecido y sorprendido vuelvo a comentar otro buen trabajo de metal peruano, luego de Blizzard Hunter, Lepropsybitch, Psicorragia ahora The Fallen Symmetry vuelve a demostrarnos el profesionalismo y la calidad que el metal peruano está, por fin, alcanzando en su variado abanico de sonidos.
La verdad es que por acá habíamos pasado por alto un poco The Fallen Symmetry, su anterior Code Black, se nos antojaba un tanto repetitivo de las tendencias dominantes, musicalmente logrado pero aún inmaduro. Un clásico trabajo de aprendizaje que prometía. Por ello en esta edición del Aia Paec quedé sorprendido por la fuerza y calidad de la ejecución en vivo que presenciamos. Por la amabilidad de Gustavo Fernández, vocalista de la banda, accedí a su última producción que no hizo sino deslumbrarme y convertirme en un acérrimo seguidor de la banda (no sé ya a cuántos les he recomendado el disco).
Musicalmente, Renacer de la Tormenta, se mueve entre dos concepciones del power metal. Por un lado es evidente la influencia del power europeo de los 90, estilo Stratovarius, especialmente en lo que concierne a los teclados, que tanto ha dado y cansado al metal en los últimos 25 años, pero también y sobre todo (y esto es lo más valioso) está esa hoy olvidada primera acepción del power que tuvo a principios y a mediados de los 80, que era casi un sinónimo del speed/thrash metal. El calificativo power fue uno de los primeros que se usó para designar a bandas como Slayer, Overkill o Lääz Rockit (en un inicio nada de eso se llamó thrash) y es esta tradición thrasher la que distingue el sonido de The Fallen Symmetry. Además se agrega una vena muy progresiva al estilo más que de Dream Theater, de Fates Warning (lo que lo hace más interesante) que enriquece la combinación sobre todo en las guitarras. Es decir, tenemos una excelente fusión de melodía power, ritmo thrasher y moderado virtuosismo progresivo.
Estos elementos se combinan sin invadirse ni sobreexederse mutuamente y logran crear algo que en estos estilos es esencial, buenos temas. Entendamos que una serie de ejercicios sonoros por muy logrados que sean en sí mismos no constituyen un tema excelente, ni siquiera (y esto es más patético) un tema. El sentido del equilibrio en la composición debe estar presente para que el resultado sea efectivo.
El trabajo cuenta con 11 temas, 10 en español y uno, el penúltimo, en inglés. El undécimo es registrado como bonus track. Y justamente en el contenido lírico de los cortes otro elemento que debe destacarse es el acierto en las letras de las canciones. Las bandas peruanas componen o en inglés o en castellano (más allá de alguna incursión en quechua y aymara), y cuando optan por el castellano, como hace The Fallen Symmetry, muchas veces se revela cierta (a veces clamorosa) pobreza lírica y uno tiene que centrarse en la música y olvidar un poco la letra; pero más allá de alguna simpleza aquí o allá, en este trabajo, hay un verdadero esfuerzo por no solo cantar algo que tenga sentido sino que en sí mismo tenga algún valor musical y lírico. Eso ayuda mucho a impulsar las ganas por aprenderse las letras para poder corearlas de cara a los conciertos. Al parecer los temas constituyen un conjunto conceptual cuya idea pertenece a Franz Montoya Fuchs (le agradecen el poder musicalizarlo).
El disco está lleno de excelentes temas y grandes momentos. Como la idea no es describir tema tras tema sino oírlos, tomaremos como ejemplo uno de los más logrados, se trata del corte 6, Memorias de un Abismo. Un tema que desarrolla la lucha existencial por sobreponernos tanto a nuestras limitaciones como al desengaño y las decepciones de la vida, aceptando el hecho de que somos seres humanos individuales y en ese sentido solos, arrojados en el mundo. Las primeras líneas Sin Dios/buscamos el rumbo/ sin Dios venimos al mundo/ No hay rastros ocultos, son de lo más inteligente que he escuchado en una banda peruana. Un testimonio de la falta sentido previo a la vida. Acá estamos y el sentido lo damos nosotros o simplemente no lo habrá “no hay rastros ocultos”.
La segunda estrofa es también muy lograda por su relativa profundidad. Esclavo del rencor, del tiempo y su prisión/ De esta mentira me enferma me obliga/Miedo de alzar la voz, de ser quien soy/Miedo de nunca encontrar la salida/del sueño que partió/escombros de ilusión. Es posible observar cómo se incide en la fuerza que tiene el pasivo de nuestras vidas, los falsos compromisos en los que se cae para sobrevivir pero que no son gratuitos y que fuerzan ciertos cursos de acción. A la vez el conflicto que suscita la debilidad personal, el no cumplir con lo que esperamos de nosotros mismos, y aun así la demanda por ser nosotros mismos.
En los aspectos más de empaque del trabajo hay que decir que la presentación del disco es buena. Los diseños del libreto y la contracarátula son bastante definidos y claros, aunque el dibujo de la portada pudo ser mejor. Algo en lo que creo que no es tarde para trabajar es en logo del nombre de la banda, el tipo de caligrafía empleado despista al oyente, parece el logo de una banda de mallcore o algo peor y puede que algunos no se molesten en oír la banda por eso. Recuerden que con la cantidad grupos que hay en la actualidad y la diversidad de medios para acceder a ellos es vital conseguir ser escuchados y hasta el logo debe ser el adecuado.
De acuerdo con el libreto la banda consta de Gustavo Fernández Zaferson en las voces, Fabio Arana Jurgens en la guitarra, Leo Vannucci en la otra guitarra y la voz gore, Brian Hernández en el bajo y Pepe Ormeño a la batería. El guitarrista Jesús Parra figura como invitado en los cortes 2, 3 10 y 11 y Zakk Stevens (sí, ese, el que fuera vocalista de los 90 en Savatage y luego en Circle II Circle) un verdadero lujo aunque hay que decir que el disco es suficientemente bueno de por sí, los temas y su ejecución valen solos.
En síntesis, se trata de un disco memorable y un verdadero hito dentro del heavy metal de corte más melódico de nuestro país, que merece ser ampliamente conocido, no solo acá sino fuera. En otros países con menos se ha alcanzado estatus de respetabilidad, con esta clase de trabajo The Fallen Symmetry debería estar cerrando festivales, no abriéndolos. Deben hacerse más conocidos.
Excelente y un orgullo que nuestra escena no solo destaque en los sonidos extremos sino en el metal más tradicional y a la vez contemporáneo.
Excelente Tema: Memorias de un Abismo