Concytec lleva más de dos años en un local provisional
Basta darse una vuelta, distraídamente nomás, por la cuadra 4 de la Avenida del Aire, para certificar la importancia que le da el Estado a la ciencia y la tecnología en nuestro país. Frente a la robusta e impecable sede de cuatro pisos del Indecopi se acomoda, humildísimo y aprovechando cualquier espacio, el Concytec (Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica). De una vereda a otra, apenas una pista de distancia pero un abismo de interés. Si quieres saber más de este tema, sigue leyendo este interesantísimo informe de Francisco Sanz.
“Oiga usted, estas son unas barracas”. La descripción de un trabajador del Concytec no exagera ni un poquito. Que el órgano rector del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Sinacyt) funcione en estas condiciones dice más que mil declaraciones. Pero como muestra, una vale.
“Esta situación desalienta, a diferencia de otros países de la región. Cuando recibimos visitas internacionales se nos cae la cara de vergüenza y tenemos que explicarles que es una ubicación temporal”, confiesa Augusto Mellado, presidente del Concytec.
Esta condición de provisionalidad, que no iría más allá del año, según se prometió, se arrastra desde abril del 2009. Más de dos años y tres promesas de mudanza después, el panorama pinta peor. El contrato de uso entre el Ministerio de Educación (Minedu) –al cual está adscrito el Concytec– y la Superintendencia de Bienes Nacionales –dueña del local– venció en setiembre del 2010, así que desde hace diez meses el Concytec está sin cobertura contractual y a merced de cualquier cambio de humor.
“Tras dos ofrecimientos de terreno, uno de ellos de 5 mil metros cuadrados que nos ilusionó, lo último que se nos dijo fue que nos mudábamos a un predio en la calle Comercio, cerca del Museo de la Nación, pero nos hemos dado con la sorpresa de que ese local ha estado en juicio, que el Minedu lo ha perdido y que recién estará disponible el 2016”, cuenta Mellado.
Luego de mucho insistir, el secretario general del ministerio, Asabedo Fernández, nos respondió vía correo electrónico: “Como alternativa [a la última sede propuesta] se ha considerado el antiguo local de Centromín Perú, ubicado en la Av. de la Poesía 155, San Borja, que será ocupado por Concytec inmediatamente después de que los trabajadores que lo ocupan se trasladen al nuevo local del Minedu”. ¿A la cuarta será la vencida?
NÚMEROS QUE PREOCUPAN
Pero los síntomas de la indiferencia ante la ciencia y la tecnología no se agotan en un local precario, afloran por muchos lados. “Invertimos en investigación y desarrollo solo alrededor del 0,15% del PBI [ni siquiera se tienen cifras confiables], lo que nos ubica en uno de los últimos lugares en América Latina, muy por debajo del promedio regional de 0,6%”, dice el ingeniero industrial Francisco Sagasti, investigador de Foro Nacional Internacional, que busca oportunidades para promover la innovación en países en desarrollo.
El plan de gobierno de Gana Perú remarca que se aumentarán estos fondos “a un monto del 0,7% del PBI, nivel similar al que tiene hoy Chile, en un período no mayor a tres años”. Esperar para creer: es una promesa repetida por los gobiernos desde hace una década.
Mellado puede dar fe de esta entrega a cuentagotas. “Desde el 2000 el presupuesto anual del Concytec ha sido de unos 12 millones de soles, recién en los últimos dos años se incrementó a 14, igual estamos muy lejos de que el MEF cumpla con aumentar en un 35% anual nuestro presupuesto, como se tenía proyectado”.
Sagasti da más cifras en rojo: “En el 2005 el Perú tenía solo 0,39 investigadores por cada mil trabajadores, en comparación con el promedio regional de 6,50”.
El físico nuclear Modesto Montoya, hoy destacado en el Ceplan (Centro Nacional de Planeamiento Estratégico), llama la atención sobre un desbalance. “En el Perú no damos prioridad a la educación en ciencia y tecnología. En nuestras universidades, el porcentaje de estudiantes y graduados en ciencias es de 30%, el resto corresponde a humanidades. Fíjese, en Corea del Sur [uno de los países que más rápido dio el salto tecnológico] es exactamente lo opuesto”.
Según Montoya, dar un viraje será imposible si no se cuenta con un organismo fuerte, “no grande”, que convoque a los empresarios. “Una cosa es que te convoque el Concytec, que hoy no tiene peso alguno, y otra que lo haga un ministro”.
¿UN NUEVO PORTAFOLIO?
El plan de gobierno del régimen entrante lo pone en blanco y negro: “Habrá un ministerio con competencias en ciencia, tecnología e innovación, responsable de proponer y ejecutar las políticas públicas en ese campo, que tendrán como objetivo enfrentar los grandes problemas del Estado desde el mayor nivel político y con la participación de todos los sectores y todos los organismos públicos de investigación”.
El ingeniero Julio Cavero, presidente del consejo directivo del Fincyt, fondo que financia proyectos de investigación e innovación y que ha funcionado el último lustro con un crédito de US$36 millones provenientes del BID y del tesoro público, apoya tal idea. “Hay una serie de institutos, como el IPEN, Imarpe, INIA, IGP, que están desperdigados y adscritos a diferentes ministerios, debe haber un ente que los aglutine y armonice, ese sería un importante aporte”.
Aunque no sea la panacea ni necesariamente estén todos los investigadores de acuerdo, lo cierto es que con ministerio o sin él, urge un revulsivo que saque a la ciencia y la tecnología de su estado de postración.π
ALTA VOZ
FABIOLA LEÓN-VELARDE, RECTORA U. CAYETANO HEREDIA
“Necesitamos más recurso humano calificado”
¿Cuál es la importancia del cultivo y desarrollo de la ciencia y tecnología para el Perú?
Todos los estudios muestran que no se puede dar un desarrollo sostenible, aun con crecimiento, si no se apuesta por la ciencia y la tecnología. Los países que apostaron por ellas han incrementado su productividad y creado valor en torno a sectores en los que tienen una ventaja comparativa.
¿Qué países son ejemplo de ello?
En países que hace 30 años estaban como el Perú en cuanto a su PBI per cápita, y que hoy lo quintuplican (Malasia, Taiwán, Finlandia, Israel) la inversión en ciencia, tecnología e innovación es la causa del crecimiento de la productividad. China, con un 10% de crecimiento anual, es un ejemplo de inversión eficaz.
¿Hay duplicidad de esfuerzos y burocracia en nuestro país?
Estamos desarticulados, el Estado debería tener un rol facilitador y promotor e incrementar el presupuesto a por lo menos 1% del PBI. También necesitamos más recurso humano calificado e infraestructura. Más que un ministerio, urge decisión política.
El peruano más inteligente
Hace tres años publicamos en nuestra portada los resultados de la encuesta “El peruano más inteligente de la historia”, promovida por el blog El Club de lo Insólito. Los internautas eligieron al ingeniero Santiago Antúnez de Mayolo (1887-1967), uno de los pioneros de la física moderna y descubridor del neutrón, aunque el Nobel fue a caer en otras manos. Sus proyectos para dotar de energía a los pueblos del Perú son hoy realidad.
FRENTE A FRENTE
“Con el ministerio se ahorraría cada año US$30 mlls.”
MODESTO MONTOYA. EX DIRECTOR DEL IPEN
“Bajo la tesis de ni un empleado, proponemos que el Concytec se convierta en un ministerio. Ello a fin de que el potencial ministro de ciencia y tecnología organice los institutos desperdigados y ejerza la rectoría del sistema, cosa que en la práctica hoy no ocurre. No se gastaría más, al contrario, hemos calculado que se ahorrarían 30 millones de dólares al año en burocracia si se organizara todo en torno a este ministerio. Ese dinero se dedicaría a la investigación, a incentivarla y alentarla, eso es optimizar los recursos. Hoy cada instituto tiene sus propias normas de evaluación de personal, con este ministerio tal caos acabaría. Y con el ministerio hay que crear la ley de carrera del investigador científico”.
“Un ministerio es inconveniente e innecesario hoy”
FRANCISCO SAGASTI. EX PRESIDENTE DEL FINCYT
“Un ministerio de ciencia y tecnología me parece innecesario e inconveniente por ahora. Sería el ministerio número 17, fragmentaría más la administración pública y haría que los otros ministerios se desentiendan del tema, lo que lo aislaría en un gueto burocrático.
Sería un error muy grave centralizar los institutos que tienen misiones diversas en un ministerio, ya que ciencia y tecnología deben estar en todos los ministerios e instancias de gobierno. Un ministerio tendrá senti do más adelante, cuando hayamos avanzado en aumentar recursos y formar especialistas en este campo. El Concytec debe ser reorganizado y fortalecido, pero de ninguna manera transformado en un ministerio”.