Investigadores crean una incubadora que facilita el trabajo de los médicos
El ingeniero Bruno Castillón, junto a su equipo de la Universidad Católica, presentó una incubadora que también calienta el ambiente del bebe y filtra el aire. Especialistas que revisaron el prototipo quedaron sorprendidos por las potencialidades que ofrece para el cuidado de un recién nacido. Si quieres saber más sobre este interesante aparato, sigue leyendo esta nota de Sandro Medina.
Mientras los funcionarios y responsables de la salud del país elaboran estrategias para combatir o reducir las cifras de muertes de bebes recién nacidos, un equipo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) trabaja, desde hace 18 años, en el diseño, construcción y funcionamiento de incubadoras cada vez más sofisticadas.
Hasta hoy tienen cuatro equipos terminados, los cuales han sido patentados y han merecido el reconocimiento de la comunidad científica. “Nunca nos detuvimos en un prototipo. Permanentemente el grupo iba generando ideas para que se construya una incubadora más eficiente al momento de atender a los neonatos en estado crítico”, señaló a El Comercio el ingeniero Bruno Castillón, jefe del proyecto que fue financiado por el Programa de Ciencia y Tecnología (Fincyt).
Este Diario pudo ver en funcionamiento uno de sus más recientes prototipos, bautizado como Equipo de Soporte de Vida Neonatal (Esvin). Este tiene características que lo convierten en único en el mundo: un ventilador artificial, un humidificador, un equipo de terapia térmica y un mezclador de aire con oxígeno.
“Con esta incubadora el personal médico tendrá más herramientas para atender con inmediatez al neonato, pues en una sola máquina o incubadora encuentran cuatro equipos, algo que no existe en la actualidad”, explicó Castillón, que es también jefe del Grupo de Investigación de Equipos Médicos y Sistemas de la PUCP.
Según explicó el especialista, actualmente se atiende a los neonatos en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) con varios aparatos que no solo generan altos costos a los hospitales o clínicas, sino también una fuerte dosis de complejidad en su manejo.
Equipo polifuncional
Según su creador, el Esvin permite que al médico le tome solo dos segundos acceder al entorno donde se encuentra el paciente para atenderlo y realizar una intubación endotraqueal, sin necesidad de girar 90 grados al neonato. Es más, asegura que “se puedan realizar cirugías sin movilizar al recién nacido, porque el anillo térmico que circunda a la superficie de la incubadora se desliza longitudinalmente al habitáculo”.
Otra de las fortalezas del prototipo está centrada en la alta confiabilidad, la temperatura y la mezcla gaseosa que recibe el recién nacido. Tiene un ambiente temperado, húmedo, aire y oxígeno filtrados; un habitáculo de fácil esterilización y ventilación de ciclos por presión; y un ambiente con bajo nivel de ruido. Además es móvil, de fácil instalación, y con un sistema de seguridad y panel de control de las señales vitales.
“Un problema que tenemos los profesionales de la salud especializados en neonatos es la falta de un acceso rápido para atender al recién nacido en casos de emergencias, pues cada segundo cuenta para un bebe en estado crítico. En este caso, el invento permite una nueva forma de accesibilidad para proceder a intubar al neonato sin pérdida de tiempo”, señaló Milagros Mendoza, especialista del área de Neonatología del hospital Almenara, y una de las profesionales que ha podido ver el equipo en funcionamiento.
“Estamos gestionando para que este prototipo deje la prueba de laboratorio y comience a dar sus primeros exámenes preclínicos con animales y luego con humanos. Para ello se requiere de inversión y estamos abiertos para que este prototipo sea fabricado en serie y sea de gran utilidad para los neonatos en estado crítico”, apuntó Castillón.