Científicos españoles usan la terapia génica contra la vejez
Los científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España acaban de probar con éxito una terapia que refuerza aquello de que la solución de muchos de los problemas de salud actuales está en la genética. Así, lograron incrementar en un 24% la vida en ratones, prolongando sus años de vida saludable.
De acuerdo con lo publicado por el diario español “ABC”, los investigadores usaron una técnica que permite reparar los genes defectuosos de los pacientes, la cual ya se ha empleado en personas con hemofilia o enfermedades raras, como la de los “niños burbuja”.
Más vida y mejor
La prueba se ha realizado en enfermedades causadas por el envejecimiento en ratones adultos y ancianos, y se logró no solo incrementar la esperanza de vida sino mejorar ese tiempo adicional. “Estos animales, después del tratamiento, aumentaron lo que en inglés se denomina ‘health span’ o tiempo de vida sin enfermedad”, explicó María Blasco, directora del CNIO, en declaraciones al rotativo español.
Si se llegara a utilizar este tipo de terapia génica en humanos, el momento ideal sería antes de que el envejecimiento empiece a minar la salud del paciente.
La clave en esta investigación es la telomerasa, una enzima fundamental en el proceso de envejecimiento (ver infografía). La terapia usada por los científicos españoles lleva a todas las células del organismo el gen de la telomerasa.
Para ello, los investigadores aprovecharon la capacidad de infección de un virus para asegurar la llegada total del gen.
El peligro existente con el uso de este gen es que en organismos adultos puede favorecer a la aparición del cáncer y la inmortalidad de células tumorales. Sin embargo, en esta investigación el procedimiento demostró su seguridad. “Hemos conseguido que los virus usados no integren el gen de la telomerasa en el genoma de las células para disminuir la posibilidad de originar tumores”, explicó la doctora Blasco.
Los investigadores afirman que bastaría un único tratamiento. “No necesitaría una administración constante de un fármaco durante toda la vida del paciente”, agrega Fátima Bosch, experta en terapia génica de la Universidad Autónoma de Barcelona y colaboradora en la investigación.