El parto vertical reduce el sufrimiento del bebe y de la madre
Por Víctor Manríquez Álvarez. Son la 1:04 de la tarde cuando Yoris, una madre primeriza de 28 años, trae al mundo una bebe con la ayuda de un equipo de obstetras del Instituto Nacional Materno Perinatal, antes Maternidad de Lima. Ella está sentada en una de las diez camillas multifuncionales para la atención de una clase de parto que se ha retomado en el Perú. Yoris ha optado por dar a luz en posición vertical. Si quieres saber más sobre este tema, sigue leyendo.
Está demostrado científicamente que esta modalidad de parto favorece el alumbramiento del bebe y resulta menos traumático para la madre.
En el parto vertical la gestante se coloca ya sea parada, sentada o en cuclillas para dar a luz, lo cual brinda diferentes beneficios en comparación con el parto horizontal.
El trabajo de parto en promedio es menor, pues dura entre 7 y 8 horas, a diferencia del horizontal, que puede demorar entre 10 y 11 horas. Varios factores entran a tallar para que la duración sea más corta mediante este alumbramiento.
Esta postura facilita la ampliación de los diámetros pélvicos para la salida del bebe, mejora la capacidad de oxigenación de la gestante y disminuye la sensación de dolor debido a que la madre no está echada sobre los nervios de la parte abdominal y del sacro.
Un factor determinante que se trabaja dentro de la preparación para el parto vertical es el vínculo entre los padres. Antes del alumbramiento, la pareja recibe charlas educativas sobre su embarazo y practican las diferentes posiciones que permite este método.
De esta manera, la madre puede elegir la posición que considera más cómoda, mientras recibe el apoyo de su pareja. Pero existen criterios de exclusión para que una gestante no dé a luz con este método.
El parto vertical queda descartado si el embarazo presenta alguna complicación técnica como desprendimiento de la placenta, si el feto se encuentra en una posición transversal o si los huesos de la pelvis de la madre no están preparados para la salida del bebe.
El Ministerio de Salud impulsa el parto vertical desde el 2005, cuando determinó que todos los establecimientos de salud debían atender a la gestante en la posición que ella requiriera. A partir de esta iniciativa, el sector empezó a trabajar con el tema de adecuación intercultural, que consiste en respetar las creencias de las madres que desean dar a luz en posición vertical.
En las comunidades de la sierra y de la selva de nuestro país tienen la costumbre de atender el parto en estas condiciones en sus hogares. “Muchas mujeres de la zona rural que llegan a la Maternidad se sienten más cómodas con el parto vertical”, dice Clara Buitrón Loli, obstetra y jefa del Servicio Educativo en Salud Reproductiva de la Maternidad.
Gracias a la adecuación intercultural a los servicios médicos, se ha logrado evitar las muertes maternas y disminuir significativamente las defunciones neonatales en el Perú.
Un método ancestral
El parto vertical podría ser considerado una novedad; sin embargo, ha sido practicado desde épocas ancestrales en todo el mundo. Grabados de la antigua Roma o huacos de la cultura Moche demuestran que esta modalidad de parto se llevó a cabo en tiempos en los que aún no existía anestesia alguna.
Recién a finales de 1600 e inicios de 1700 se empezó a practicar el parto en posición horizontal. El obstetra francés François Mauriceau ideó los fórceps, un instrumento en forma de tenazas que sirve para la extracción del feto.
El desarrollo de la urología puso en boga la posición de litotomía (la persona acostada sobre su espalda y sus pies sostenidos a la altura de los glúteos). Más adelante, la aparición de la analgesia reforzaría el parto horizontal.
Estos tres factores en conjunto fueron determinantes para que el parto horizontal se practicara con mayor frecuencia.
Reconocimiento Mundial
La Organización Mundial de la Salud (OMS) premió en el 2012 al Ministerio de Salud por un proyecto de maternidad que integraba la adecuación cultural en el pueblo de Churcampa, Huancavelica.
Casos Atendidos
Desde el 2007 hasta la fecha, el Instituto Nacional Materno Perinatal ha atendido más de 1.200 partos verticales.
Madres a salvo
El parto vertical disminuye el riesgo de hemorragias o sangrado, un factor que es la principal causa de muerte materna en el país.
Médicos confortables
La posición horizontal inicialmente se utilizó para tratar mejor los cálculos. Esta permitía tal comodidad de trabajo al profesional que luego llegó a las salas de parto, y se generalizó a tal punto que se piensa que es la manera más adecuada de dar a luz.