Evaluamos Sniper: Ghost Warrior 2
Esta semana Juan Pablo Robles evaluó Sniper: Ghost Warrior 2, un juego en el que el ‘gamer’ se convierte en un francotirador. Si ya lo jugaste, cuéntanos qué te pareció. Si aún no lo juegas, no dejes de leer la breve reseña a continuación.
Existe una gran cantidad de juegos de disparo en primera persona, pero son pocos los que desarrollan un personaje que en lugar de enfrentarse a los enemigos –al estilo de Rambo–, deba camuflarse y eliminar a sus adversarios con un arma de largo alcance.
Sniper: Ghost Warrior 2 es un juego elaborado por la empresa City Interactive. Llegó al mercado el pasado 12 de marzo con el objetivo de mejorar la pobre calificación que obtuvo la primera versión. No lo logró.
El personaje principal es Cole Anderson, un francotirador quien junto a su compañero Díaz se encuentran en una misión en Filipinas.
Su objetivo es reconocer las acciones de un grupo terrorista que, al parecer, cuenta con armas químicas.
Sin embargo, las cosas no suceden como las esperaban. Díaz es atrapado y la misión cambia por completo para Anderson.
Lo más interesante del juego es que el ‘gamer’ debe esconderse en todos los escenarios hasta encontrar un buen punto para divisar a los enemigos y eliminarlos a distancia. No siempre será sencillo. En algunas ocasiones el viento también afectará el recorrido del proyectil.
En ciertos pasajes los objetivos se ubicarán detrás de cabañas o estarán camuflados entre las plantas. Por tal razón, el jugador deberá usar unos lentes térmicos para encontrar esos objetivos. También se tienen binoculares a disposición.
Pero no todas las acciones del juego son buenas. Para empezar, el jugador tendrá mucha libertad para elegir el orden con el cual debe eliminar a los enemigos. Sin embargo, los consejos del compañero o los subtítulos del juego obligarán al ‘gamer’ a definir a quién eliminar primero, por más que no tenga lógica. En otras ocasiones, se impide usar determinada arma aunque sea la que mejor domine .
Calificación
Sniper: Ghost Warrior 2 es un juego que no llega al nivel de los mejores en su género, pensado para consolas de última generación, pese a su original concepto: el uso de un francotirador como protagonista.
Las limitaciones de cada misión, principalmente en cuanto a no brindar la libertad suficiente al jugador, son el peor enemigo del videojuego. No lo recomendamos.