Cuando pensamos en la renovación de un departamento, lo último que queremos es encontrar fallas. Sin embargo, la arquitecta Karin Matz quiso darle el protagonismo a esos detalles poco atractivos y convertirlos en parte del espacio que debía transformar.
La lista de pedidos de los propietarios era extensa: un concepto abierto, un walk in closet, un baño completo y mucha iluminación. Una tarea complicada si consideramos que el departamento tiene solo 36 metros cuadrados.
Si eres de los que adoran la prolijidad, la decoración de este lugar que intenta enaltecer la decadencia seguramente no te gustará. Sin embargo, es prueba de que, con algo de creatividad, se puede lograr imponer el estilo propio en un espacio, a pesar de que este sea reducido.
Descubre la transformación de este departamento en la galería de la nota.