1 / 7 Al pie de la cama puedes disponer un mueble para colocar objetos decorativos. Otra opción es ubicar un baúl y guardar los cojines o almohadas que no usas. (Foto: Shutterstock)
2 / 7 Para destacar la pared se colocó iluminación indirecta en la parte superior del muro. (Foto: Egue y Seta)
3 / 7 Si no tienes una gran cabecera, puedes vestir la pared con una composición con cuadros. (Foto: Ikea)
4 / 7 Una alternativa es optar por una escala de grises suaves en el cuarto, pues entregan un aire acogedor y familiar. (Foto: Getty Images)
5 / 7 Es importante que haya un espacio libre de entre 70 cm y 90 cm alrededor de la cama, a fin de circular sin problemas. (Foto: Getty Images)
6 / 7 Si tienes una pared vistosa, procura no colgar varios elementos que interrumpan la vista del diseño. De Cuatro en un Baúl. (Foto: Jaime Gianela)
7 / 7 Las alfombras de pelo alto debes aspirarlas una vez a la semana, para evitar la acumulación de polvo. (Foto: Getty Images)
Para distribuir un cuarto principal amplio, se aconseja definir la posición de la cama con las mesas de noche y establecer todo alrededor como un escritorio, una sala de estar o el tocador.
►¿Cuarto pequeño? Sácale provecho a tu espacio con estos tips
La pieza protagonista del espacio es la cama así que hay que destacarla. Coloque una cabecera de diseño imponente que resalte del resto de elementos.
REGLAS BÁSICAS El cuarto debe transmitir calma y tranquilidad, por eso no uses colores estridentes. Los tonos tierras y grises son versátiles. Puedes combinarlos con otros tonos pastel o añadir acentos de colores vivos.
Si eres una apasionada de las tonalidades fuertes, úsalas siempre y cuando sean en un accesorio o una pieza de menor tamaño. También en la pared principal para que no interrumpa el descanso.
En este espacio debes considerar varias fuentes de luz cálida, tanto general como indirecta. Por ejemplo: en la zona de la cabecera, una lámpara en la mesa de noche y luminarias en el tocador.