La guardia costera rusa detuvo el rompehielos de Greenpeace por una protesta contra perforaciones petroleras en el Ártico, informó hoy la organización ecológica.

Las autoridades amenazaron a la tripulación del Arctic Sunrise con abrir el fuego antes de que cuatro guardacostas abordaran la embarcación, detalló Greenpeace.

Los activistas habían saltado antes al mar con botes y desplegado pancartas con el lema ¡Salven el Ártico! cerca a un barco de exploración de la energética estatal rusa Rosneft y de la multinacional estadounidense ExxonMobil.

Cuando los guardias subieron a la embarcación, advirtieron que el barco había entrado ilegalmente en la Ruta Marítima del Norte y que usarían la fuerza si no se iban. Ante las amenazas, la organización decidió abandonar la zona.

DEFENSA DEL ÁRTICO Según Greenpeace, Rusia ha impuesto una zona de exclusión de cuatro millas marinas alrededor del barco de exploración y viola con ello la legislación internacional. Las autoridades rusas no comentaron el incidente.

Representamos a 3,5 millones de personas que quieren sacar toda la verdad a la luz sobre los bárbaros planes de explotación de petróleo en el Ártico. Las autoridades rusas tratan de bloquear cada paso nuestro, afirmó la coordinadora de la campaña de Greenpeace para la defensa del Ártico, Christy Ferguson.

Somos un barco pacifista y no hemos hecho nada para justificar la amenaza de uso de la fuerza contra nosotros. Ahora estamos saliendo de la zona para evitar cualquier riesgo para la tripulación, pero no vamos a parar hasta que la exploración petrolífera en alta mar del Ártico sea prohibida”, agregó.

El Arctic Sunrise zarpó rumbo al mar de Kara pese a una prohibición de las autoridades rusas, supuestamente por carencias técnicas, y estaba siendo observada por la guardia costera desde entonces.

Greenpeace exige que se suspendan los trabajos de extracción de crudo en zonas ecológicamente sensibles que colinden con zonas bajo protección medioambiental.