Ricardo Gareca tras acusaciones de Lionel Messi: "Para hablar de corrupción hay que tener pruebas" | VIDEO. (Video: Twitter / Foto: AFP)
Ricardo Gareca tras acusaciones de Lionel Messi: "Para hablar de corrupción hay que tener pruebas" | VIDEO. (Video: Twitter / Foto: AFP)
Pedro Canelo

Para revolucionar las estadísticas de la selección peruana, unió ciencia y poesía. Juntó en su comando técnico a profesionales que manejan con rigor el seguimiento a los rendimientos físicos y renovó su fe al talento natural del futbolista peruano. El resultado final fue ayudarnos a dar el gran salto pendiente. Pasamos del “casi casi” al “sí se pudo”. La distancia no era tan larga, solo nos faltaba un buen guía.

Gareca se ha ganado el elogio interminable en la prensa de su país. Por su trabajo, por su discurso y por su consecuencia. Da gusto verlo en los noticieros argentinos como actor principal de una película que comenzó a grabarse hace cuatro años en la Videna. Lo destaca Liberman, lo pide Ruggeri, lo aplaude Latorre. Ese mismo entrenador que hace más de treinta años, en sus días de delantero, dividía a las barras de Boca y River hoy, finalmente, es un voto de aprobación unánime.

Está bien que el ‘Tigre’ se gane el consenso de su lugar de nacimiento, pero que eso no nos cambie la perspectiva sobre los tiempos futuros de la selección peruana. Si en Argentina quieren contratar a Gareca, la respuesta del hombre de Tapiales apagó cualquier discusión: él es un profesional que respeta sus contratos. Y su vínculo con la Federación Peruana de Fútbol termina al finalizar la Eliminatoria para Qatar 2022.

Este subcampeonato de Copa América ha renovado el romance entre el ‘Flaco’ y la Blanquirroja. Es un matrimonio que goza de buena salud y que deja la sensación de no tener fecha de vencimiento. Es cierto que Gareca tenía como objetivo ponerse el buzo de la selección de su país. Se preparó para eso. Lo ha dicho más de una vez. Incluso ese mes que le pidió a la federación para meditar su renovación, no era otra cosa que un tiempo para esperar la llamada desde la Asociación de Fútbol Argentino. Esperó en su casa, mientras veía jugar a sus nietos, calmado y leyendo noticias. No llegó ni siquiera un mensaje de texto de ‘Chiqui’ Tapia. Nada.

“Solo una llamada desde Ezeiza nos podría quitar a Gareca”, me respondió una persona muy cercana al entrenador de la Bicolor. Lo que faltaría agregar a esta afirmación, es que el ‘Tigre’ es una persona muy cauta en sus decisiones. Su cariño a los colores albicelestes se estrella con el muro de la informalidad dirigencial en AFA. Al cierre de este texto, no solo se seguía discutiendo la continuidad de Scaloni como técnico en Argentina, sino también es un enigma saber si continuará en su cargo el director deportivo, César Luis Menotti. A Gareca no le gusta navegar en incertidumbres. Por eso también se queda.

Lo único pendiente para garantizar a ojos cerrados la permanencia de Gareca es que las próximas elecciones de la FPF (inicios del 2020) se desarrollen sin sucesos irregulares. Que el mensaje de campaña de todos los candidatos sea uno solo: apoyar a ojos cerrados la logística de este proceso. Con ese requisito cumplido, habría que decirle a los colegas argentinos que pueden seguir alabando el trabajo de Gareca, pero desde lejos. Se mira, pero no se toca. Por favor no insistir, el ‘Tigre’ no se va.

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