Los precios del cobre subían el jueves hasta su mayor nivel en casi ocho años, impulsados por una caída de las existencias, la promesa de la Reserva Federal de seguir inyectando dinero a los mercados financieros y expectativas de un nuevo paquete de estímulos fiscales en Estados Unidos.
Los inversores estaban comprando más activos de riesgo en todos los mercados, lo que hacía escalar a las acciones a niveles récord y llevó a los precios del petróleo hasta un techo de nueve meses.
El cobre referencial a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) sumaba 1,1% a US$7.923,50 la tonelada a las 12:14 (GMT), cerca de su máximo del viernes de US$7.973,50, un pico desde febrero del 2013.
“De nuevo estamos a punto de marcar los US$8.000”, dijo Ole Hansen, analista de Saxo Bank. “Esto es parte del ‘rally’ que estamos viendo en todos los mercados”, explicó.
Los especuladores se están volcando con fuerza al cobre, lo que sigue empujando al alza a los precios, aunque la tendencia podría resultar insostenible y llevar a una corrección del mercado, dijo Hansen. “La pregunta es cuándo”, explicó.
Los inventarios de cobre en los almacenes registrados en las principales plataformas de operaciones- LME, los futuros ShFE de Shanghái y el Comex de Estados Unidos- están disminuyendo.
Las existencias del sistema LME se encuentran en sus menores niveles desde septiembre, con 127.725 toneladas; mientras que los inventarios de los almacenes de Shanghái se sitúan en 82.902 toneladas, el nivel más bajo desde el 2014.
Sin embargo, el diferencial del cobre al contado de la LME respecto al contrato a tres meses se ubica en US$22,50, la mayor brecha desde junio, lo que sugiere que no existe escasez del metal.
Entre otros metales básicos, el aluminio LME subía 0,5% a US$2.045 la tonelada, el zinc sumaba 1,3% a US$2.869 la tonelada, el níquel avanzaba 1% a US$17.580 la tonelada, el estaño aumentaba 0,1% a US$19.950 y el plomo contrarrestaba la tendencia al caer 0,2% a US$2.045 la tonelada.