Sergio Ermotti, CEO del banco suizo USB. (Foto: Stefan Wermuth | Bloomberg )
Sergio Ermotti, CEO del banco suizo USB. (Foto: Stefan Wermuth | Bloomberg )
Agencia EFE

El consejero delegado de UBS, Sergio Ermotti, señaló este miércoles que la crisis bancaria acaecida este año con la caída de la entidad Credit Suisse no debería reducir el prestigio internacional de la banca suiza.

“Debemos ser más equilibrados y reconocer que aunque las cosas no sean siempre perfectas los bancos crean valor para el país”, indicó Ermotti en una entrevista al diario Tribune de Genève en la que repasó un año marcado por ese terremoto bancario.

Rememoró en la entrevista la crisis que condujo a la compra de Credit Suisse por UBS el pasado 19 de marzo y, diez días después, a su regreso a la dirección del segundo de estos bancos.

“Desgraciadamente, se había dejado que la situación de Credit Suisse empeorara demasiado tiempo”, analizó Ermotti, reconociendo que “otros escenarios (distintos a la compra por UBS) podrían haberse previsto si se hubiera actuado antes, pero ya se había perdido el control”.

En su opinión, los principales responsables de la debacle de Credit Suisse fueron “su consejo de administración, su dirección general y los accionistas”, que llevaron a la entidad al borde de la quiebra y obligaron a las autoridades suizas a pedir a UBS que lo comprara a cambio de garantías estatales para salvarlo.

“Lo que Suiza logró en aquel fin de semana fue fenomenal (la compra se aprobó un domingo para evitar que Credit Suisse continuara su desplome en bolsa al día siguiente), pero no oculta la necesidad de que se analice profundamente lo que pasó”, subrayó el banquero suizo, de 63 años.

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A Ermotti esa compra, el acontecimiento más importante de 2023 para Suiza, le sorprendió en un partido de liga regional del equipo de su pueblo, el FC Colina d’Oro, que él mismo preside.

“Mi teléfono sonó varias veces, pensé que se trataba de periodistas u otras personas que querían mis comentarios... esperé al descanso para escuchar los mensajes grabados y entonces comprendí que las cosas se habían puesto serias”, rememoró en la entrevista de hoy.

Al día siguiente el presidente de UBS, Colm Kelleher, le llamaba para ofrecerle el puesto de consejero delegado del banco, que ya había ocupado entre 2011 y 2020 pero ahora se convertía en un gigante con un valor de mercado equivalente al doble del PIB suizo.

“Nos reunimos el martes (un día después) y enseguida estuvo claro que no se trataba sólo de que le ofreciera mis consejos, ni que había vuelto para hacer el mismo trabajo que antes había realizado en UBS”, explicó.

El banquero del cantón italoparlante del Tesino, quien contó que de pequeño soñaba con ser futbolista, fue puesto oficialmente al frente de UBS el 29 de marzo, con el objetivo declarado de liderar la absorción.

Un proceso que va a suponer miles de despidos a nivel internacional en una plantilla de 120.000 empleados (sólo en Suiza los recortes afectarán a 3.000 trabajadores) y la desaparición de Credit Suisse como marca antes de 2025, después de más de 160 años de historia.

Sobre los despidos, Ermotti subrayó que se utilizará un “principio de meritocracia” para decidir quiénes serán los que saldrán de UBS, aunque también se hará uso de las jubilaciones anticipadas y las salidas voluntarias.

“No son 3.000 personas en Credit Suisse las que han cometido errores, claramente son muchas menos... La parte más difícil de este proceso será hacer este tipo de elecciones, retirar a personas que no son para nada responsables de lo ocurrido”, subrayó.

Ermotti defendió por otro lado que los despidos seguramente hubieran sido mucho mayores si Credit Suisse se hubiera mantenido independiente o si la hubiera adquirido un banco extranjero.


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