FMI reduce perspectivas de crecimiento de América Latina
FMI reduce perspectivas de crecimiento de América Latina
Redacción EC

y el Caribe es una región heterogénea, pero muy expuesta al mundo. En los últimos meses, las condiciones globales se han tornado más inciertas y, en este contexto, el ha recortado a menos de la mitad su proyección de crecimiento para la región. Así, en junio la entidad anticipaba que el de la zona crezca 1,7%, pero ahora anticipa un 0,6%.

Detrás de este fuerte retroceso, hay tres países lastrando el crecimiento de la región: Argentina, Venezuela y Brasil. Este último, cuya economía es más de un tercio de toda la región, ha visto su pronóstico de crecimiento cortado a la mitad: desde 2,4% en junio hasta un 1,2%. Ello es debido a la parálisis ocasionada por una masiva huelga de transportistas, sumada a su frágil situación fiscal y la creciente incertidumbre en torno a las elecciones de este mes. 

Por su parte, Argentina ha sufrido los cambios más drásticos en su panorama. Hace cuatro meses, el BM creía que ese país crecería 1,7% y sumaría su segundo año de expansión consecutivo. Pero, desde entonces, Argentina ha pasado a ser vista como una de las tres economías emergentes más riesgosas y ahora se prevé una contracción de su PBI en 2,5%. 

Finalmente, la crisis en Venezuela es una que data de más tiempo, pero cada vez golpea más sus perspectivas. La producción en dicho país caería 18,2% este año; la proyección en junio era -14,3%. 

Es importante resaltar que las proyecciones de solo tres países han sido ajustadas al alza: el Perú, Chile y Bolivia. El estimado para Perú pasó de 3,5% a 3,9% y el de Chile de un 3,3% a 4%. Con esto, ahora la economía chilena –por primera vez desde el 2004– crecería más que la peruana. Bolivia sería la estrella de la región, al acelerar hasta 4,5%.

ALERTA DE CONSOLIDACIÓN

El entorno para la política económica es complicado. El PBI en la región crece a tasas relativamente débiles respecto al resto del mundo y el contexto mundial pone en riesgo que se debilite aun más. 

De hecho, el Banco Mundial considera que el principal riesgo para la región es el alza de las tasas de interés en Estados Unidos, lo que ya ha venido revirtiendo drásticamente el ingreso de capitales a América Latina.

Entre enero del 2017 y enero del 2018, habían entrado US$49.600 millones a la región. Para agosto, el flujo se había reducido hasta US$18.800 millones. 

El contexto pone en jaque a los bancos centrales –apunta el BM–, pues si las tasas de interés en EE.UU. siguen al alza, las políticas monetarias responderían subiendo tasas también “para defender la moneda doméstica o, al menos, asegurar una depreciación ordenada”.

Entonces, en caso hubiera un frenazo en la entrada de capitales, el único elemento de política económica para reaccionar sería la política fiscal, que también enfrenta problemas a nivel regional. 

“La región no tiene más remedio que aumentar el ritmo del ajuste fiscal para garantizar la sostenibilidad de la deuda, especialmente si la entrada neta de capitales a la región continúa cayendo. En la medida de lo posible, este ajuste fiscal se debería realizar protegiendo la inversión pública en infraestructura y los programas sociales”, urge el BM.

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