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El presidente Donald Trump decidirá antes de la medianoche del lunes si Estados Unidos aplicará aranceles permanentes a productos de aluminio y acero de la Unión Europea, exacerbando las tensiones transatlánticas y aumentando las posibilidades de un conflicto comercial global.
Washington impuso el 23 de marzo un arancel de 25% a productos de acero y de 10 % a productos de aluminio, argumentando que las importaciones amenazaban la seguridad nacional. La UE, Australia, Argentina, Brasil, Canadá, México y Corea del Sur recibieron exenciones temporales, que expirarán el 1 de mayo.
La UE y EE.UU. son los principales socios económicos del mundo, con un comercio bidireccional valorado en 632.000 millones de euros (US$765.000 millones) eN bienes en 2017 y en 437.000 millones de euros eN servicios en 2016, según la Comisión Europea.
La comisión, el brazo ejecutivo de la UE que coordina la política comercial para el bloque de 28 naciones, ya ha preparado una estrategia triple de represalias si la exención no se hace permanente. Así es como probablemente se desarrollaría cualquier disputa con la UE, en este orden:
► ACCIÓN DEFENSIVA
La UE presentó el 16 de abril una solicitud ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) para consultas con Washington para determinar si EE.UU. puede compensar al bloque y de qué modo, si los flujos comerciales hacia la UE se ven afectados por los nuevos aranceles.
Las conversaciones se llevan a cabo en virtud del Acuerdo de Salvaguardias de la OMC, que rige el uso de restricciones comerciales temporales que los miembros utilizan para proteger a sus productores nacionales de un aumento repentino de productos importados.
La UE ha argumentado que los aranceles de EE.UU. son "esencialmente" medidas de salvaguardia, a pesar de que Washington dijo que sus acciones eran para proteger la seguridad nacional. EE.UU. se negó a ofrecer la compensación de la UE y dijo que la solicitud de consultas no tenía ninguna en virtud de las normas de la OMC.
► QUEJA DE LA OMC
La UE también planea unirse a una disputa separada de la OMC contra EE.UU., argumentando que los aranceles estadounidenses violan el principio de nación más favorecida de la OMC, que impide que los países discriminen entre sus socios comerciales. Esta medida podría poner en riesgo la estabilidad del sistema multilateral de comercio.
La Casa Blanca, que instituyó los gravámenes a los metales por motivos de seguridad nacional, ha argumentado que la OMC no tiene autoridad para resolver tales asuntos porque las normas de la OMC permiten a los países tomar "cualquier medida" para proteger sus "intereses esenciales de seguridad". Si la OMC apoya la medida de Washington, entonces podría tentar a más países a eludir las normas comerciales, citando riesgos de seguridad.
► ARANCELES DE REPRESALÍA
La UE ha dicho que luego introduciría gravámenes sobre los 2.800 millones de euros (US$3.500 millones) de importaciones de productos icónicos estadounidenses en respuesta a la acción propuesta por la Casa Blanca.
El bloque podría imponer las medidas de represalia el 21 de junio, 90 días después de que los gravámenes estadounidenses entraran en vigor, según un funcionario de la UE con conocimiento de los planes, que pidió no ser identificado porque las conversaciones son privadas.
Los aranceles de la UE afectarían a consumidores estadounidenses, productos agrícolas y de acero en muchos distritos electorales republicanos clave, presionando a Trump antes de las decisivas elecciones de mitad de período en noviembre.
Harley-Davidson Inc. y el whisky bourbon están en la lista de bienes que podrían estar sujetos a aranceles, lo que ejerce presión sobre el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, oriundo de Wisconsin, sede del fabricante de motocicletas, y sobre el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, de Kentucky donde se produce el whisky.
►TTIP
El secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, ha expresado interés en reanudar las conversaciones sobre un acuerdo de libre comercio, una sugerencia que ha dividido a la UE y que podría no ser viable en el entorno actual. Antes de que se introdujeran los aranceles, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que el bloque "no hablará de nada mientras haya un arma apuntando a nuestra cabeza".
El ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, adoptó un enfoque más conciliador durante el fin de semana, diciendo que se deben tomar medidas para evitar una guerra comercial y que la UE debería poner una oferta de libre comercio sobre la mesa como una forma de comenzar las negociaciones.
Ross también dijo la semana pasada que se les pidió a las naciones que aceptaran cuotas de importación a cambio del acceso libre de aranceles de los metales a EE.UU.
Pero esa sugerencia coloca a la UE en la difícil posición de ya sea sucumbir a las demandas estadounidenses que podrían violar las normas comerciales, o enfrentar aranceles punitivos.
Obligar a los gobiernos a limitar los envíos de mercancías infringe las normas de la OMC, que prohíben las llamadas restricciones voluntarias a la exportación. La demanda también es contraria a toda la filosofía comercial del bloque, que se basa en el principio de la libre circulación de mercancías.
