Fortaleza externa del Perú ahora está en la cuerda floja

Por Luis Alegría y Juan Carlos Odar
Unidad de Análisis Económico

Los países del mundo están cada vez más interconectados entre sí y esto abre un abanico de oportunidades en cuanto a intercambio de bienes, servicios y flujos de capitales. Pero, al mismo tiempo, la interdependencia representa una amenaza: en caso de crisis, todos los países se contagian.

En este contexto es relevante analizar cuán sólidas son las cuentas externas de un país, de modo que se pueda advertir si está preparado en caso sucediera algún evento desafortunado. Para hacer este diagnóstico, en la Unidad de Análisis Económico de este Diario construimos un indicador de fortaleza financiera para los países que componen la Alianza del Pacífico (el Perú, Chile, Colombia y México) y encontramos que la resiliencia externa del Perú se viene reduciendo.

Este indicador considera siete variables, tanto financieras como de la balanza de pagos [ver detalle metodológico] y muestra algunas particularidades en el caso peruano. El mensaje principal es que la fortaleza externa del país está cayendo sostenidamente desde hace un año, y es la que más se ha deteriorado dentro de la Alianza del Pacífico.

Al cierre del tercer trimestre de este año el indicador es 17,4% inferior a lo que registra el mismo período del 2017. Este retroceso responde, principalmente, a dos factores. Por un lado, el precio del cobre está cayendo este año y eso tiene incidencia sobre la vulnerabilidad del Perú. Además –y quizás una señal más alarmante– es que el nivel de reservas internacionales netas se ha deteriorado sustancialmente: hace un año era más de 30% del PBI, pero ahora representa 25% del producto (aunque en la quincena de octubre se ha recuperado parcialmente).

Otro punto de preocupación es que el nivel actual de fortaleza externa es inferior al de mediados del 2008; específicamente está 18% abajo de su nivel previo al estallido de la crisis financiera en Estados Unidos.

LO POSITIVO

A pesar del retroceso en términos absolutos, al comparar el nivel del indicador de fortaleza con el resto de países, el Perú sale mejor ubicado; aunque ha perdido el título como la economía más sólida de la Alianza del Pacífico.

Hace solo seis meses, el indicador de fortaleza externa de Colombia superó al peruano y ahora ese país es el más fuerte en cuentas externas. Le sigue el Perú, luego México y –aunque parezca contraintuitivo– Chile está en último lugar.

Algunos patrones saltan al comparar la dinámica del índice en el tiempo. Uno de ellos es que la tendencia reciente de la materia prima relevante para cada país pareciera ser el driver más importante en el análisis. Tanto México como Colombia están ganando fortaleza en los últimos meses y eso coincide con el precio del petróleo, que ha subido 14,4% en lo que va del año. De hecho, sus indicadores de fortaleza no retroceden desde el segundo trimestre del 2017.

En tanto, el precio del cobre –el mineral clave para el Perú y Chile– acumula una caída de 13,5% este año y son las economías cuya situación externa está de caída. Es importante notar que el Perú tiene más fortaleza externa que Chile hoy y eso data de hace 11 años; un período en el cual el vecino del sur ha visto su fortaleza declinar a un ritmo lento, pero constante.

ESTRUCTURAS

Para construir el índice utilizamos un horizonte temporal amplio; abarcando desde el año 2000, y el análisis de tendencia de largo plazo revela que Chile y México han seguido trayectorias opuestas a las del Perú y Colombia en este milenio.

El valor máximo del indicador de fortaleza externa, en los casos de Chile y México, se dio en el primer trimestre del año 2000 y, desde entonces, el deterioro es evidente. El índice reveló que la tendencia de sus fortalezas es decreciente en los últimos 19 años. Más aun, en el caso chileno, el indicador en el tercer trimestre tocó su valor más bajo en lo que va del milenio.

Por su parte, las regresiones del Perú y Colombia revelan una tendencia de largo plazo positiva en cuanto a fortaleza, que los ha llevado a superar a los otros dos países del bloque. Sin embargo, ninguno de los cuatro países está tan preparado como en el 2008 para paliar una crisis internacional; la que algunos analistas y bancos de inversión anticipan que ocurra en los próximos dos años.

DETALLE METODOLÓGICO

• Para construir el indicador de fortaleza externa utilizamos siete indicadores: deuda externa como porcentaje del PBI, proporción de dicha deuda que es de corto plazo (es decir, cuyo vencimiento es en máximo 12 meses), reservas internacionales, tanto como porcentaje del PBI como número de meses de importaciones que representan, la evolución del precio mundial del ‘commodity’ más relevante para cada país, el riesgo país (medido como el ‘spread’ de los bonos soberanos a 10 años) y el influjo de inversión extranjera directa como proporción del producto.
• Para cada variable se construyó un índice trimestral que compara los valores más altos y más bajos entre los cuatro países. Así, si un dato es el ‘mejor’ entre las observaciones, puntúa más cerca de 20; límite referencial. Para cada trimestre, se tomó un promedio simple del valor de los siete índices para obtener el indicador de fortaleza externa de cada país.