El costo de la construcción del proyecto de irrigación Puyango-Tumbes se habría incrementado en al menos 34% hasta el 2016, cuando se cumplirán seis años de su paralización.
Según un estudio de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura (AFIN), cada año de retraso implica un alza de 5%. En el 2010, año en el que el Estado firmó el contrato con Consorcio Fronterizo (constituido por las constructoras Hidalgo e Hidalgo y CASA), el costo del proyecto -que generará 19.500 nuevas hectáreas de tierra agícola- estaba estimado en aproximadamente US$150 millones.
Pese a su importancia, la irrigación –que se financiará íntegramente con dinero público- ha estado prácticamente en ‘stand by’ desde hace 5 años, aunque tras celebrarse el IX Gabinete Binacional Perú-Ecuador, el tema ha vuelto a ser puesto sobre la mesa.
RELANZAMIENTO
El ministro de Agricultura y Riego (Minagri), Juan Manuel Benites, afirmó que el proyecto Puyango-Tumbes se logró destrabar y que el Ejecutivo había decidido relanzar la ejecución de los estudios técnicos a fin de poder concretar la obra en el próximo quinquenio.
Para ello, el ministro precisó que el Gobierno tiene previsto programar una nueva convocatoria del concurso para designar a la empresa que efectuará los estudios definitivos de las obras.
Según Ignacio Basombrío, miembro del directorio del Consejo Empresarial Peruano-Ecuatoriano (Capecua), la declaración del ministro “demuestra la voluntad política del Estado peruano de ejecutar el proyecto y cumplir con el acuerdo internacional adoptado con Ecuador”.
Sin embargo, lo que el titular del Minagri no detalló es que el proyecto Puyango-Tumbes ya tenía un contrato para su ejecución desde el 2010, pero las obras nunca iniciaron porque el Consorcio Fronterizo no obtuvo los permisos de parte del Sernanp para ingresar al Parque Nacional Cerros de Amotape. Elló no permitió que se hiciera el estudio de factibilidad de la presa de Matapalo –que es parte del proyecto de irrigación-, que debía ocupar el 0,4% del área protegida, informó Capecua.
Ello, pese a que el Consorcio Fronterizo le propuso alternativas legales al Ejecutivo, como la modificación del área protegida, para destrabar el proyecto. Finalmente, el Gobierno hizo suya esa iniciativa -pero solo después de comenzar un proceso arbitral con el contratista- mediante la promulgación de la Ley 30359, que convierte 277,6 hectáreas del parque en zona de amortiguamiento para poder desarrollar la presa Matapalo.
PERSPECTIVAS DEL PROYECTO
Actualmente el proyecto Puyango-Tumbes tiene una nueva fecha límite para se convierta en una realidad: el 2021, pues es el plazo que considera la ley. De no cumplirse con ese requisito, la irrigación -que creará más de 100 mil puestos de trabajo en Tumbes- quedaría nuevamente trunca, pues el artículo 4 de la norma dice que el Estado tiene seis años para iniciar las obras. En caso contrario, el área modificada volverá a ser intangible.
Ante ello, Basombrío llama a iniciar un diálogo directo entre todas las partes comprometidas “pues hay voluntad por sacar adelante este proyecto anhelado en Tumbes, el mismo que generará inversión, creación de puestos de trabajo y desarrollo para la región fronteriza de ambos países”.