El economista Hernando De Soto, excandidato de Avanza País a la Presidencia, explica que su adelanto de voto a favor de Keiko Fujimori (Fuerza Popular) de cara a la segunda vuelta, no significa un respaldo. Añadió que la postulante de Fuerza Popular debe, para obtener su defensa “en sangre y fuego”, comprometerse a ejecutar un programa que incluya al 75% del país que es informal.
— Usted decidió respaldar la candidatura de Keiko Fujimori de cara al balotaje frente a Pedro Castillo. ¿Por qué le tomó tres semanas adoptar una posición?
Yo no he dicho que la respaldo, he dicho que voy a votar [por ella], lo que se refiere a un respaldo, por ejemplo, de mi partido, se les ha dejado a todas las personas, ya sea del Comité Ejecutivo Nacional, del Comité Político, la plataforma del pacto social y a los [virtuales] congresistas la libertad de votar como ellos quieran. Lo que he dicho es que he decidido, a la luz de lo que he visto en los periódicos y en el debate que escuché en Chota, es votar [por Fuerza Popular], pero con reservas […] La mayor parte de los integrantes de Avanza País van a votar por Keiko Fujimori y quiero decir, en ese sentido, que apuesto a su posibilidad a que sea la introductora de una economía social de mercado. Es decir, que adopte una política de inclusión y no solamente de restauración de una economía de mercado.
— Según la última encuesta de Ipsos Perú, el 32% quiere que se realicen cambios radicales al modelo económico, un 54% cambios moderados y un 11% que continúe como está. ¿Cómo se explica el primer lugar de Pedro Castillo que impulsa la primera opción, que no representa a la mayoría?
Lo que tiene como imagen el señor Castillo es que quiere incluir, lo ha dicho de distintas formas utilizando vocabulario de izquierda y marxista, lo que él dice es “ustedes, la mayor parte de los ciudadanos están fuera del sistema económico, son explotados, no tienen todos los beneficios que sí tiene una cúpula, y yo voy a hacer algo por ustedes”. Eso, para mí, es un mensaje socialista de inclusión.
Del lado de la economía de mercado, con excepción de mi partido Avanza País, lo que se les dice [a los ciudadanos] es “vamos a reactivar la economía, a recuperar lo que teníamos anteriormente”. Pero no se le está diciendo al sector informal, que es alrededor del 75%, “te voy a incluir”. La mayor parte de la gente dice que no quiere el estatus quo [actual]. No quieren regresar a un sistema que los dejan tan vulnerables frente al coronavirus y la recesión. Y eso explica porque ellos consideran que se requiere un cambio radical.
— ¿Cuáles son los ajustes concretos que se pueden realizar para que la ciudadanía recupere la confianza en el actual sistema?
Justamente, lo que trato de decir es que el actual sistema económico no tiene confianza, porque no le sirve a la mayor parte de la gente, a las pymes, a las pequeñas empresas mineras, que emplean al 80% de la población, porque son informales. Estas personas no tienen posibilidades de acceder a créditos a tasas justas, ni a formar capital, ni a ser representadas en los TLC. Este es el tipo de cosas que la mayor parte del pueblo no quiere, se siente excluida, el estatus quo es imperfecto. La gente informal no quiere ser informal, quiere acceder a la formalidad.
— ¿El plan de gobierno de Fuerza Popular ofrece un cambio moderado al modelo económico, bajo las premisas que usted ha señalado?
No, el plan de Fuerza Popular, a mí juicio, no lo tiene, porque para incluir a los informales, a los excluidos de la economía popular, no es cuestión de decir que las puertas están abiertas. Eso es un poco como la política en África del Sur, que dice que tanto blancos como personas de raza negra tienen libertad, pero si usted baja a la playa, no pueden entrar, no pueden usar baños públicos, no pueden vivir en las principales ciudades, sino en pueblos marginales. Tampoco pueden conseguir una visa para sus pasaportes, no pueden ser dueños de minas y están sujetos a reglamentos manejados por pequeños reyes tribales. No basta con que Fuerza Popular o cualquier partido diga “yo estoy de acuerdo con la Constitución” si es que esta no es implementada de forma concreta en beneficio de todos.
— Usted refirió que el plan de Fuerza Popular tiende a ser “mercantilista”, pero es un programa muy similar al que propuso en el 2011 y 2016, donde usted también apoyó a Fujimori Higuchi sin exigirle modificaciones. ¿Qué es lo que ha cambiado ahora?
[…] Ella firmó conmigo [compromisos], incluyendo un aviso de dos páginas que salió en El Comercio, donde admitió que no tenía las modificaciones inclusivas que yo le estoy contando ahora y, por lo tanto, las iba a implementar junto conmigo. Pero en el 2011 y 2016 y su padre [el encarcelado expresidente Alberto Fujimori] en 1990, 1992 y 1993, son más de cinco veces que se les hace notar y no lo hacen [la propuesta de aplicar una política inclusiva]. Por ello, estoy insistiendo. Sigo pensando que mi amiga Keiko esta vez sí dará el paso. Nunca he dejado de decírselo, sencillamente no lo ha hecho.
— Fujimori Higuchi tiene en su equipo técnico a personajes de los noventa con cuestionamientos. Por ejemplo, el exministro de Economía y Finanzas Jorge Baca Campodónico, sentenciado a prisión suspendida por el irregular salvataje del Banco Latino. ¿Cree que estas personas deben dar un paso al costado?
No he pensado en eso francamente, porque mi idea de apoyar a Keiko no tiene si quiera 24 horas, me gustaría mirar con mayor detenimiento a todas las personas que están en su equipo. Yo no voy a salir a defenderlos, porque no conozco el caso. Pero en nuestro país la posibilidad de ser encarcelados sin juicio es notoria…
— Baca Campodónico tuvo una sentencia firme, la Corte Suprema lo condenó, no fue una prisión preventiva…
Mire, en este caso lo desconozco, por lo tanto, no me gustaría pronunciarme al respecto. Me encuentro sorprendido, estoy seguro que si usted le hace la pregunta a Keiko Fujimori, ella tendrá una respuesta más iluminada que la mía.
— Fujimori Higuchi, en el debate en Chota, propuso que el 40% del canon minero se reparta a los ciudadanos de la región donde esté la mina. ¿Técnicamente, es viable esa propuesta?
Es viable, pero no creo que sea conveniente. ¿Por qué? Es cierto que la gente que es dueña de la superficie de la tierra de áreas mineralizadas no participa de forma debida, como ocurre en países desarrollados, donde se recibe beneficios por el uso de esa superficie que no existen en el Perú. En los países extranjeros desarrollados, [los dueños de las tierras] reciben precios que están atados a los mercados internacionales. Y se les permite usar estos beneficios para crear compañías y riqueza. La deficiencia que yo le encuentro a la propuesta de Keiko, que seguramente fue hecha con la mejor de las voluntades, es que chorrea hacia abajo. Es decir, se le da dinero a la gente no en base a su capacidad de producir o sus méritos, sino para que consuma. En breve, es como darle pescados a alguien y no una caña para pescar.
— ¿Fujimori Higuchi está siendo populista?
No creo que la respuesta sea populista, lo que está haciendo, ya que estamos hablando de eso, es una economía no inclusiva, porque no los incluye, sencilla les da lo que sobra, eso es distinto. Si usted quiere [puede decir] populista, creo que se puede mejorar [la propuesta], en dos días yo se la mejoro.
— ¿Por qué su respaldó es personal y no lo hace como líder de un partido que tiene una bancada en el Parlamento y cuadros técnicos?
[…] Para juntar el partido he reclutado gente de distintas orientaciones política, porque lo importante no era de dónde de venían, sino a dónde íbamos. Y no creía que podía conseguir una unanimidad en la respuesta, cuando me reúno con todos los estamentos [de Avanza País], todos estuvieron de acuerdo en que había que dejar en libertad a la gente para votar. Yo no creo estar en posición de poder darle una orden a mi partido. Y, por otro lado, a mí no me gustan los partidos donde se le dice a la gente lo que hay que hacer, no es mi estilo, no somos un partido fascista, tampoco un partido verticalista.
— Usted, al inicio de esta entrevista, dijo que votará por Keiko Fujimori, pero no la apoyará. ¿Cuál es la diferencia?
La diferencia es la siguiente, yo voy a salir ahora con los generales de mi partido [Marco Miyashiro y José Williams Zapata], que han sido los que han vencido en el campo de batalla a Sendero Luminoso y al MRTA, al exterior para que se corrija la imagen negativa que hay sobre el Perú y sus opciones hoy. Eso es apoyar al Perú. Apoyar a Keiko significaría que además de hacer eso, yo diga que ella es la candidata idónea porque va a llegar al corazón del problema, que es la inclusión de los pobres a la economía formal. Y eso no lo puede hacer porque también creo ser un intelectual honesto, porque no puedo decir lo que ella todavía no ha dicho.
Lo que sí puedo hacer es decir que la considero la candidata más viable ahora y ayudar a su causa, por ello digo “yo sí votaré” [por ella]. En otras palabras, hago una distinción no muy distinta a la de Mario Vargas Llosa, que ella es el mal menor. Pero si quiere mi apoyo, y yo entonces salgo a defenderla en sangre y fuego, tiene que tener un programa de inclusión.
— ¿La apoya, pero no le regala el voto? ¿Eso es lo que quiere decir?
[…] Me gustó, no le estoy regalando el voto, quiero cobrárselo alto, pero no con participación y repartija. Quiero que suscriba los acuerdos de su papá [Alberto Fujimori] de 1990, 1992, 1993 y, además, los que ella se comprometió en el 2011 y 2016 de incluir al resto de peruanos, porque ahora es una cuestión de vida o muerte. Por eso, le estoy dando mi voto, porque creo que ella puede hacerlo [lanzar un programa de inclusión], es un pequeño esfuerzo, y nosotros podemos ayudarla. Pero hasta que no lo haga, tengo mis reservas. Que se comprometa a la inclusión del 75% de los peruanos que hoy están excluidos.
— Avanza País tendrá una bancada con siete parlamentarios. ¿No cree que son ellos, más que la Casa Blanca y el Congreso estadounidense, los que tienen un poder real con sus votos para hacer cumplir alguna clase de compromiso que eventualmente asuma Fujimori Higuchi?
Son dos estamentos completamente distintos. Por ejemplo, si yo quiero que al Perú se lo apoye en un momento de emergencia financiera, me voy al Banco Mundial o al FMI. Si yo quiero protección ante un ataque comunista de parte de Venezuela, me voy a la OTAN. Entonces, mi respuesta es uno va al dentista para los dientes; y uno va al oncólogo para el cáncer. Y en lo que se refiere a cómo situar al Perú en los mercados internacional ahora que estamos en la cola, lo que estoy proponiendo es pedir a países extranjeros donde tengo cierta influencia. Yo no voy a pedirles plata a mis congresistas. Si quieren el respaldo de mi bancada para una ley, evidentemente voy a recurrir a ellos.
— Usted se reunió con Pedro Castillo en el norte. Me deja la sensación de que su neutralidad, en estas tres semanas, fue en parte porque en el candidato de Perú Libre vio un cántaro vacío en propuestas que pensaba podía llenar con las suyas, como lo hizo con Alberto Fujimori a inicios de los noventa. ¿Fue así?
No, mi pensamiento de reunirme con el señor Castillo fue en primer lugar el de investigador, que no es tan distinto al suyo como periodista. Usted quiere saber qué piensa la otra persona. Y si la otra persona que sacó más votos que uno, que fue el caso de Castillo, me invita a que yo pueda intercambiar ideas y conversar, [asisto] porque conversar no es pactar. Y tenía una segunda razón, cuando él me invita, el señor Cerrón saca una nota, y dice que esa reunión no debería tomar lugar. Es decir, el partido Perú Libre le prohíbe conversar conmigo. Eso me hace pensar que hay dos corrientes en ese partido y que tal vez una no es marxista leninista […] Yo tenía que explorar esa posibilidad para ver si yo podía darle elementos de juicio que podrían ser interesantes para el señor Castillo, eso para mí es una cosa que no ha dejado de ser una posibilidad.
— Si Castillo acepta parte de su plan de gobierno o las propuestas que le ha planteado, ¿puede terminar apoyándolo? ¿Eso quiere decir?
No, eso no es lo que quiero decir. Yo no estoy buscando reclutar para mi partido. Si yo puedo ayudar a que el Perú no adopte un modelo marxista leninista, porque converso dos, tres, cuatro o cinco veces con Castillo, cómo no lo voy a hacer, es hasta un deber. Y eso no quiere decir que vaya a votar [por Perú Libre], sino sencillamente que habré ayudado a crear un interlocutor válido frente a un hombre que goza de una popularidad tal que nos ganó a todos [en la primera vuelta].
— ¿La influencia de Vladimir Cerrón en Pedro Castillo limitó su acercamiento al profesor? ¿Por qué?
Una cosa que le dije a Castillo es “por qué el señor Cerrón le prohíbe conversar con alguien”. Yo, en mi partido, no le prohibido a nadie conversar. [Esta actitud] podía decir que Cerrón tiene temor de que yo pueda influenciar en Castillo dándole datos de por qué ese modelo [comunista que proponen] no funciona. Es obvio que en este momento habría ver si ofrecerle, por lo menos, las posibilidades al señor Castillo de separarse de ese marxismo leninismo que el 99% del mundo está de acuerdo en que es la peor opción a futuro.
— En “Sin medias tintas” dijo que no tenía “la menor idea” de quién era Pedro Castillo, pero usted compartió con él la segunda jornada del debate del JNE. ¿No escuchó ahí su propuesta, orientada en lo económico al estatismo?
Sí, claro, pero creo que la gente cambia. Por ejemplo, si alguien está en un camino hacia Arequipa y yo sé que en ese camino hay serpientes, yo lo único que hago es indicar que hay serpientes y quizás ello, lo haga cambiar de curso, me pareció una cosa leal de hacer.
— Su neutralidad respecto a la segunda vuelta provocó la renuncia del excanciller Francisco Tudela al equipo técnico de Avanza País. ¿Le solicitará que retorne?
No. Yo conozco a Pancho, ha sido amigo mío por mucho tiempo, es un brillante académico, fue un muy buen ministro de Relaciones Exteriores, pero no me dio el beneficio de una explicación. Entonces, tendrá pues sus razones, pero no es mi intención pedirle [que vuelva]. De repente tenía razones personales y las respeto por supuesto. Espero que le vaya bien, yo no le voy a pedir que retorne, él se ha ido sin despedirse. Y si él quisiera retornar, que levante el teléfono, yo encantado de conversar con él.
— ¿Le sorprendió el respaldo de Mario Vargas Llosa a Keiko Fujimori?
No, porque es bastante razonable. Mario Vargas Llosa, en sus tiempos juveniles, fue comunista y si renunció a ser comunista y se pasó a un liberalismo de ultra derecha es porque sabe que eso es lo peor que puede ocurrir. Así que no me sorprendió, él mismo lo dijo, [Keiko Fujimori] es un mal menor frente a un mal mayor. No sé si con eso le habrá hecho un servicio al país, pero sabe perfectamente que de un régimen comunista establecido en el país es mucho más difícil de salir si él sigue creyendo que los Fujimori son autoritarios.
— Su apoyo a Fujimori Higuchi se dio después de que ella reciba el respaldo de Renovación Popular, PPC, Partido Aprista, Alianza para el Progreso y Victoria Nacional. ¿Se estaba quedando solo en esta postura neutral que asumió inicialmente?
No, lo que usted está insinuando es que yo me he plegado a un movimiento a favor de la señora Fujimori y no es así. Si usted mira mi trayectoria, yo he combatido abiertamente a Sendero Luminoso desde 1980 o 1981. Lo que quiero decir es que mi trayectoria no es de seguir la moda, porque otros lo están haciendo. En “The Wall Street Journal” y “Le Figaro”, hasta los diarios de derecha de Estados Unidos y de Europa, creen que el candidato de la esperanza es Pedro Castillo y no Keiko Fujimori. Más bien piensan que ella representa las malas tradiciones del país.
Entonces, frente a eso, yo quiero salir a defender a la opción menos mala y cómo iba a poder hacerlo si no indicaba que estaba a favor del voto de la señora Fujimori. Y eso es lo que indujo mi voto, y no el hecho de que los otros hayan decidido ir antes [con Fuerza Popular]. Y usted usa la palabra “apoyo”, que yo nunca he utilizado, yo usé “voto”. El apoyo va a venir y con fuerza, en el momento que yo sepa que ella ha adoptado la fórmula crucial para sacar al Perú de sus problemas, que significar incluirlos a todos para vivir en paz y en prosperidad.
— Usted tiene 79 años. Es muy difícil que en el 2026 postule nuevamente a la Presidencia. ¿Qué liderazgo mantendrá unidad a la bancada de Avanza País en el Parlamento?
En primer lugar, nos unen las ideas, que son básicamente liberales. Creemos en el empresariado, en la prosperidad y en la tradición de lo que se llama la social democracia. Eso nos va a mantener unidos. Y hay gente en el partido sumamente preparada, jóvenes que están en los cuarenta o cincuenta años, que tranquilamente van a poder llevar adelante el liderazgo, si yo no puedo, como usted dice que es difícil que a los 84 años [vuelva a postular], a pesar de que esa es la edad que tiene el Papa [Francisco]. Digamos que si yo llego a un estado decrepito, como el que usted está imaginando, ahí hay bastantes jóvenes para sucederme, no se preocupe.
— ¿Tiene la idea de volver a postular a la Presidencia en el 2026?
No estoy pensando en eso, yo me metí a esto [las elecciones generales] porque en estos tiempos de pandemia, en la medida de que me fueron visitando otros dueños de partidos, comencé a ver que tenía algunas respuestas que correspondían a la situación que estamos viviendo. [La pandemia] no solo nos ha afectado desde el punto de vista de la enfermedad, sino también económicamente y será muy difícil sanear eso y recuperar lo que teníamos anteriormente. Me di cuenta que tenía algo que aportar. No tengo ambiciones si el Perú está muchísimo mejor [en el futuro], yo tengo bastantes cosas que hacer que son más placenteras que meterme en esta batalla sin reglas que significa competir para la Presidencia de la República.
— ¿Y piensa quedarse en Lima para coordinar con su bancada o retornará al extranjero?
No, yo pienso quedarme en el Perú. He vivido gran parte de mi vida en el extranjero, por lo menos la mitad. Yo hasta los 39 años nunca había votado, nunca pudo pronunciarme [sobre lo que pasaba aquí], porque siempre vivía en otros países y con un solo pasaporte, que es el peruano. Yo estoy enamorado del Perú, me encanta estar en el Perú, me divierto mucho en el Perú, me gusta su sentido del humor, sus paisajes y hasta las preguntas agresivas de los periodistas que generalmente me entrevistan.
— El próximo Parlamento tendrá 10 bancadas. Es decir, será altamente fraccionado. ¿Con qué partidos puede Avanza País formar alianzas o, al menos, tener acercamientos?
Ya veremos. Mi previsión es que muchos de estos partidos se van a partir, porque son nuevos tiempos, la pandemia ha cambiado radicalmente las opciones que tiene el Perú. ¿Quién hubiese imaginado hace dos años que quien tiene la mayor opción de ser elegido presidente iba a ser una persona sostenida por un partido leninista, donde quizás haya algunos infiltrados de Sendero Luminoso? […] Veamos al final del día, qué partidos se partieron, cuáles se consolidaron y qué banderas son las que estarán flotando y, según eso, en una próxima entrevista, yo le diría con quién podría asociarme.
— Si Fuerza Popular llega al Ejecutivo, ¿Avanza País será una bancada de oposición? ¿O solo lo serán si Perú Libre gana la elección?
Eso lo va a decidir nuestra bancada misma. Yo me aventuraría a predecir, porque no soy un dictador ni siquiera dentro de mi partido, que si Fuerza Popular entra a la inclusión va a ser sumamente fuerte, porque nuestra gente va a querer apoyar eso sin dudas ni pestañeos.
— ¿Por qué cree que no pasó a segunda vuelta? ¿Cuáles fueron los errores que cometió?
Sí, hubiese hecho diferente. En primer lugar, hubiera cuidado muchísimo más a nuestros personeros, que tenían que vigilar las mesas. La noche del domingo 11 de abril, usted recordará que nosotros éramos segundos, es decir entrabamos a la segunda vuelta. Después de eso comenzó la consabida impugnación. Es en ese momento que nuestro equipo de mesas literalmente desapareció, las personas que se suponían iban estar ahí, en las mesas, no estuvieron. Y los que las iban a supervisar, desaparecieron. Literalmente no habían infiltrado. Y en la medida de que impugnaban las actas, pasamos a la cuarta posición, que no es mala, estamos casi igual a los segundos y terceros. Eso cambiaría esencialmente. Hubo un proceso de reclutamiento que no hicimos bien, nos costó el hecho de no ser una de las dos opciones que tiene ahora el Perú.
— ¿Y reconoce un error suyo?
Sí, claro, hay uno grande: el reclutamiento. Obviamente, una persona que quiere ser jefe de Estado sabe reclutar y bien y yo reclute mal pues, me reprocho eso. Aparte de esto, estoy seguro de que he cometido 100 errores, alguien me dijo que no debí bailar en un programa de televisión. Sí, pues, tal vez, no debí.
— ¿Y todavía mantiene como asesor a Andrés Hurtado ‘Chibolín’ o ya tomó distancia?
No, sigue siendo mi amigo, yo lo apreció muchísimo a Andrés, es muy inteligente y me llena de una cultura que yo no tengo. Tiene una visión del Perú y de los peruanos que, para mí, es muy enriquecedora. Es un “showman”, tiene una sintonía de dos o tres millones de personas, cómo no voy a aprender de él. Y al margen [de eso], hay afecto, yo le tengo mucho aprecio, yo no niego a mis amigos, ahora es el primero que tengo en esa categoría y talante.
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