Autoridad de Transporte Urbano (y de tránsito), por Angus Laurie

El ministro de Transportes y Comunicaciones, Bruno Giuffra, señaló en una reciente entrevista que su cartera está trabajando para incluir la capacidad de gestionar el tránsito en la propuesta para la autoridad de transporte urbano de Lima y Callao. Esto significaría que esta institución estaría a cargo de gestionar el transporte público, así como los corredores complementarios, el metro, el Metropolitano y otras líneas de buses. Además, también se encargaría de controlar el tránsito de los autos privados, taxis y la gestión de los semáforos. A pesar de ser un cambio burocrático, la idea de crear una autoridad que unifique todas las capacidades de transporte y de tránsito en una sola entidad posee un gran potencial para mejorar la vida de todos en Lima.

La nueva entidad resolvería el problema de la fragmentación de la capacidad para gestionar el tráfico y transporte entre un sinfín de entidades públicas en Lima, Callao y el gobierno nacional. Hoy en día, los buses de los corredores complementarios comparten la vía y compiten con combis y coasters, quedando atrapados en el tráfico. El Metropolitano tiene que parar en los semáforos como todos los otros vehículos, mermando su eficiencia. Cuando salen de las estaciones, los usuarios del metro de Lima tienen que caminar en un entorno que se encuentra desarticulado y que es inaccesible para los peatones.

El transporte público y el tráfico son temas bastante interrelacionados y tiene sentido que los grandes corredores urbanos estén planificados de una manera holística. Por ejemplo, como evidencia, Lima muestra que después de la implementación del transporte público masivo, el volumen de tráfico bajó en los puentes que cruzan la carretera Panamericana y el río Rímac, cerca de la línea 1 del metro y el Metropolitano. Por otro lado, hay muestras de que el aumento de la capacidad en una red vial paralela a una línea de transporte público reduce el número de pasajeros que usan este último, disminuyendo la capacidad del sistema de recaudar fondos y haciéndolo menos sostenible.

En Lima, la creación de una sola agencia para gestionar el transporte y el tránsito abre muchas posibilidades para reimaginar la ciudad. Un sistema de metro que carga hasta un millón de pasajeros por día, por ejemplo, abre la posibilidad de limitar el uso del automóvil en ciertas partes de la ciudad, eliminar las combis y coasters de algunas rutas y, finalmente, hacer una reforma de nuestro sistema de taxis. Se abre la posibilidad de tener un sistema de cobranza integrado entre los corredores complementarios, el metro y el Metropolitano. De la misma forma, también se tendría un solo sistema de alquiler de bicicletas para toda la ciudad y una red metropolitana de ciclovías, que no terminen en los límites de los distritos.

Por todas estas posibilidades, es una buena noticia que el Ministerio de Transportes incluyera la capacidad de gestionar el tránsito dentro de la autoridad de transporte urbano.

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