En el 2009, el Congreso aprobó la Ley 29409, que dispuso que los trabajadores de entidades privadas y públicas –incluidas las Fuerzas Armadas y la policía– puedan ausentarse de sus centros laborales durante cuatro días ante el nacimiento de un hijo.
Con este período de licencia, el Perú es uno de los países de Latinoamérica donde los padres gozan menos tiempo de este permiso laboral. Paraguay y Venezuela dan 14 días. Uruguay otorga 10 días; y Colombia, 8. En Ecuador el padre tendría hasta 25 días de licencia si el niño nace con alguna enfermedad grave.
Frente a ello, la congresista Úrsula Letona, de Fuerza Popular, planteó que la licencia por paternidad ya no sea de cuatro días, sino de diez. Tal y como funciona hoy, ese permiso sería remunerado.
Si el bebe nace prematuro o en condiciones de cuidado especial, la licencia para el papá sería de 20 días. El empleador deberá otorgar permiso de un mes si el bebe nace con una discapacidad severa o con una enfermedad degenerativa, terminal o irreversible.
En los casos en que la madre fallezca durante el parto o mientras goza de la licencia por maternidad, el papá podrá usar la totalidad (98 días) o lo que reste de la licencia de su pareja.
El proyecto –presentado en mayo– ya lo aprobó por unanimidad la Comisión de Trabajo. Antes de pasar al debate en el pleno del Congreso, la propuesta debe tener luz verde en la Comisión de la Mujer.
—Posturas y antecedentes—
En el 2015, cuando se discutía elevar a 14 semanas la licencia materna, el entonces gerente legal de la Cámara de Comercio de Lima, Víctor Zavala, calificó la medida de un exceso de proteccionismo y dijo que iba en contra de reducir la brecha de equidad, ya que eso podría desalentar que las empresas contraten a mujeres. Pese a que se buscó la postura de sus actuales autoridades sobre ampliar la licencia en los padres, esta entidad aún no se ha manifestado sobre el tema.
La Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) tampoco ha ofrecido su posición sobre este proyecto, que fue presentado en mayo, pese a las insistencias de este Diario.
En el Congreso hay otro proyecto similar en debate. La congresista Ana Choquehuanca, de Peruanos por el Kambio, plantea otorgar al padre el derecho a usar sus vacaciones pendientes o en forma de adelanto inmediatamente después de la licencia por paternidad.
—En detalle—
La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) inició este año un proceso sancionador a dos empresas de Lima porque se negaron a dar la licencia por paternidad a sus empleados. Esta infracción es grave y la multa superaría los S/400 mil.
En el ámbito empresarial también hay ejemplos opuestos. Es el caso de Natura, empresa brasileña con sede en el Perú dedicada a la industria de perfumes, cosméticos y otros productos de belleza. Su gerenta de Recursos Humanos, Renata Maldonado, cuenta que desde el 2016 dan 40 días de licencia remunerada por paternidad, al margen de lo que obliga la norma.
“Creemos que el retorno en fidelidad, compromiso y productividad de nuestro colaborador es más alto que la inversión económica que se hace en esos 40 días asumidos por la empresa”, dijo la ejecutiva.
La mitad de las 54 empresas que participaron en el 2016 en un ránking de equidad aseguraron que dan días adicionales de licencia por maternidad y paternidad, reveló Andrea de la Piedra, de Aequales, una consultora especializada en reducir brechas de género en las compañías.
De la Piedra consideró positivo elevar a diez los días de permiso. Sin embargo, agregó que lo ideal es que el tiempo de licencia al padre se acerque más al de la madre (98 días). “El cuidado del hijo es responsabilidad de ambos”, dijo.
Según afirmó el abogado laboralista Jorge Toyama, con la ley actual, el Estado sugiere que la mamá debe cuidar al hijo y el papá no. “En varios países europeos, la licencia es para la pareja y ellos deciden quién la toma”, comparó.
Mientras surge el debate, hay padres que están a favor de fomentar su presencia en el hogar durante la fase posnatal. “Es muy poco cuatro días. Hay mucho por hacer después del nacimiento: el registro en el Reniec, el soporte emocional a la esposa, adecuar la casa. Además, hay malas noches por atender al niño”, cuenta Miguel Chocos, un ingeniero de 45 años que acaba de tener a su segundo hijo.
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