El 2017 no fue un buen año para Luis Castañeda, el alcalde de Lima, pues a diferencia de años anteriores, el respaldo hacia su gestión se ha mantenido por debajo del 40% por 7 meses consecutivos.
Sobre esta situación, el burgomaestre justificó el bajo nivel al trabajo silencioso y el poco conocimiento de la población sobre sus obras. Indicó esto durante el inicio de la carrera “Lima corre con el Papa”, en la Plaza de Armas.
"Se van a incrementar las obras, el trabajo silencioso, porque ha sido muy silencioso, y creo que las personas no lo conocen", dijo brevemente el alcalde. Reiteró que al iniciar su gestión encontró una municipalidad quebrada, pese a que se encuentra a menos de un año por culminar su periodo.
El principal cambio ocurrió en enero del 2017 cuando por primera vez en su historia como alcalde de Lima, el nivel de desaprobación (50%) era mayor que el de respaldo (45%). Después del fenómeno de El Niño costero, la mayoría de limeños dejó de respaldar su gestión.
Varios incidentes han complicado al alcalde de Lima, como el incendio en la galería Nicolini, de Las Malvinas; la caída de un bus turístico en cerro San Cristóbal; la caída del puente Solidaridad; la inauguración del puente Bella Unión; las fallas en el By-pass de 28 de Julio, entre otras obras y hechos.
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