Art Lima: el arte cubano toma protagonismo en la feria
Art Lima: el arte cubano toma protagonismo en la feria
Redacción EC

ENRIQUE PLANAS

El origen de la ciudad se debe a la presencia benefactora de una lengua de mar Caribe atrapada en el estrecho cerco de su bahía. En sus tres primeros siglos de existencia, la ciudad de La Habana sirvió de factoría y plaza militar, mientras su cultura mostraba un carácter utilitario, propio de un destino comercial, militar y marinero. Sin embargo, gracias a la geografía era considerada por el imperio español como su ciudad más importante de ultramar, tras México y Lima.

Será en los albores del siglo XIX cuando los isleños criollos empiezan a asumir una identidad diversa de la española colonial y de la africana esclavizada. Y fue el arte, tanto en la literatura como en la pintura, el que fue construyendo las representaciones simbólicas de esa patria naciente.

Al margen del movimiento emancipatorio en América Latina, en esos años en Cuba se produjo un proceso político y cultural muy original. Su gran burguesía, ligada a la producción de azúcar, se puso como misión crear una nación con rasgos propios. Fue esta clase social la que emprendió la construcción de La Habana, tanto de forma física como simbólica. Así, mientras se levantaban los primeros edificios, caminos y plazas de la ciudad moderna, sus artistas construían un nuevo imaginario simbólico.

Fue una empresa emprendida en la década del 30 del siglo XIX por escritores como Domingo del Monte, José Antonio Echeverría y Romero o Cirilo Villaverde, asociados espiritualmente a pintores como Guillermo Collazo Tejada, Armando Menocal y Manuel Ussel de Guimbarda. Sus obras forjaron una imagen romántica e histórica de La Habana, de sus símbolos, su historia y sus habitantes.

Sería la generación de artistas aparecida entre las décadas de 1930 y 1940 la que terminaría la construcción física y espiritual del imaginario habanero, especialmente gracias a las obras de Ramón Yendía, Alejo Carpentier y José Lezama Lima en las letras; y en pintura, un Wifredo Lam que regresaba a Cuba tras el final de la Segunda Guerra Mundial para fusionar en su país la cultura negra con el surrealismo. A mediados de siglo, apareció la abstracción con las obras de Guido Llinás, Raúl Martínez, Antonio Vidal, Hugo Consuegra o Pedro de Oraá, proceso invisibilizador tras la revolución de Fidel Castro en 1959,la cual abrió un proceso en el cual el arte se acercó más a la propaganda política.

Para Isabela Villanueva, curadora venezolana de la sección “Pioneros” en ArtLima, aquellos pintores llamados “concretos” resultaron fundamentales en los años 50, al ser los primeros en representar la abstracción geométrica en la isla.

“Ahora, por la apertura que se ha dado hacia Cuba, el arte cubano está viviendo un renacer. Está siendo redescubierto en el mundo”, afirma Villanueva. Como ejemplo de ello, cita las dos importantes exposiciones de Arte concreto cubano en Londres y en Nueva York, y la primera gran retrospectiva de Wilfredo Lam en el Centro Pompidou de París el año pasado.

“Hay claramente artistas contemporáneos cubanos muy importantes, como el caso de Carlos Garaicoa o el grupo Los Carpinteros, integrado por Marco Antonio Castillo o Dagoberto Rodríguez Sánchez. Muy pocos habían podido salir a través de España, pero hoy se esta dando a conocer”, afirma la curadora.

“Está sucediendo algo parecido a cuando cayó el Muro de Berlín, cuando todo el arte que se produjo en los países detrás de la cortina empezó a resurgir, tras años de haber permanecido aislado”, añade Villanueva.

Para los expertos, actualmente los artistas plásticos han comenzado a realizar un proceso histórico tan profundo como el emprendido por los fundadores del siglo XIX, solo que en lugar de construir simbólicamente una ciudad, los artistas cubanos últimos son participantes de una deconstrucción de La Habana.

Para Mariella Battifora, directora de la galería local Evolución, el arte cubano actual destaca en su apuesta por el riesgo. “Actualmente se encuentra en un ‘boom’ con sus trabajos tan innovadores”, dice la galerista, dedicada íntegramente al arte de la isla. Más allá de la diversidad de las propuestas (la galería presentará en Art Lima desde Pintura hasta cerámica, incluyendo trabajos en calado), para Battifora se puede advertir una preocupación social común. “Ciertamente, cada uno tiene una historia distinta que contar, pero todos reflexionan mucho de política pues viven la realidad cubana en carne propia, e incorporan muchos elementos de su cotidianidad”, afirma.

Por supuesto, la ciudad de La Habana mantiene su presencia protagónica. Battifora cita el caso del artista Luis Enrique López Chávez, quien se inspira en los tradicionales azulejos de las casas en La Habana Vieja para su pintura, sobre los cuales proyecta la sombra del observador. Asimismo, Diana Fonseca se detiene en las paredes de la ciudad, buscando sus diferentes capas de color. Ella descascara los muros y con ello hace un empaste que suma el color y la textura de la ciudad.

Pero no solo la arquitectura habanera influye en los artistas. Glenda León ofrece en sus pinturas sutiles miradas poéticas que tienen que ver con sus estudios de literatura. Yornel Martínez, por su parte, presenta pinturas extrañamente minimalistas, donde se cruzan sus influencias budistas con lo occidental. Un caso más político (e incluso policial) representa Ariamna Contino, a quien la revista “Vanity Fair” considera uno de las creadoras cubanas a seguir con atención. Buena parte de sus obras denuncian el actual tráfico de drogas en la isla. Usando la técnica del calado, ella representa las líneas previas al consumo de la cocaína. Junto a sus paisanos Adriana Arronte y Frank Mujica, las obras de estos artistas estarán en la vitrina de la galería Evolución, en la sección Plataforma de la Art Lima.

La ciudad que hace dos siglos se levantó sobre sus símbolos, con su literatura y sus artes plásticas que le sirvieron de espejo, hoy exhibe sus oscuridades y preocupaciones, mientras el futuro acecha.

MÁS INFORMACIÓN
Lugar: Escuela Superior de Guerra del Ejército del Perú. Av. Escuela Militar s/n, Chorrillos. Atención al público: Del jueves 21 al sábado 23 de abril, de 2 a 9 p.m.; domingo 24, de 12 a 8 p.m. Entrada:S/25 y S/10.

Contenido sugerido

Contenido GEC