Bienal de Arquitectura de Venecia: así se construye el mundo

El rugido del último León de Oro de la Bienal de Arquitectura de Venecia entusiasma a algunos y desconcierta a otros. En efecto, para los periodistas y público lego en el llamado primer arte, el ingenioso pabellón suizo "Svizzera 240: House Tour", que consigue que el visitante se sienta minúsculo o gigante en sus diversas estancias, resultaba más una atracción circense que un espacio de ideas. Para los arquitectos entrevistados, empero, se trata de una brillante reflexión sobre la escala en que se diseñan los espacios que habitamos.

Los jóvenes curadores Alessandro Bosshard, Li Tavor, Matthew van der Ploeg y Ani Viherwaara idearon un tour por una casa "para que los visitantes puedan convertirse en turistas en el interior de la vivienda". Su montaje combina el juego y la sorpresa, pero también reflexiona sobre cómo afecta la escala a la vida en el interior de una vivienda.

Para José Orrego, comisario del pabellón peruano de la bienal y director del Patronato Cultural del Perú, lo que hizo Suiza fue regalarle a los arquitectos una experiencia sensorial donde se cuestionan el "disco duro" del oficio. "Es una reflexión muy pertinente. Te hace preguntarte el porqué de los convencionalismos en la arquitectura. A la manera de un vendedor de departamentos, los curadores juegan con las escalas y la estandarización de los espacios domésticos. La de los suizos fue una reflexión sobre la arquitectura en el mundo y su estandarización, en momentos en que vienen tiempos disruptivos", afirma.

EL HUMOR INGLÉS
Tras el ganador suizo, la única mención del jurado recayó en el pabellón de Reino Unido, que tampoco generó un aplauso unánime. En "Island", sus curadores Caruso St. John y Marcus Taylor decidieron dejar el interior del pabellón tal cual quedó después de la última exposición de arte en el 2017 y construir sobre él un espacio de reunión pública. El contraste resultó fascinante: un edificio vacío y cubierto con andamios soporta una plataforma de madera en la cubierta, conectada con una escalera al lado del edificio. Desde lo alto, la vista es magnífica y relajada, atendiendo las copas de los árboles de los Giardini y su laguna. Incluso servían té todos los días a la hora exacta: las cinco de la tarde.

En una declaración conjunta, el equipo ha comentado: "Hay muchas maneras de interpretar la experiencia de visitar la isla y el estado del edificio sugiere muchos temas, incluyendo el abandono, la reconstrucción, el santuario, el aislamiento, el colonialismo y el cambio climático". Y en su propósito, la polémica por el llamado 'brexit' es palpable. "La mención para Reino Unido me parece brillante por lo atrevida. Los curadores muestran un pabellón vacío, sin ningún tratamiento, aún con las pátinas de la bienal anterior. Y de allí se plantea un espacio nuevo, generado por el uso del techo, dando una perspectiva completamente diferente e inédita de la ciudad", destaca Orrego.

ALEMANIA DERRIBA MUROS
En los mismos jardines venecianos, el pabellón de Israel analiza la geopolítica de los espacios sagrados, mientras que el ruso reflexiona sobre el desarrollo histórico de sus vías férreas y el australiano denuncia la desaparición de la vegetación autóctona. Pero quizás la reflexión más compleja y acorde al concepto 'freespace' que propusieron las curadoras de esta edición, las irlandesas Shelley McNamara e Yvonne Farrell, fue la de Alemania, con uno de los trabajos más memorables. En "Unbuilding Walls", el pabellón alemán da cuenta de cómo fue el desmontaje del Muro de Berlín, demolido hace 28 años (tras 28 años de dividir la capital alemana) y se acerca a las personas que hoy en día siguen divididas por un muro.

El famoso estudio Graft y la curadora Marianne Birthler responden en este trabajo a los actuales debates sobre naciones, proteccionismo y división. Exploran los efectos de la división y el proceso de curación como un fenómeno social y espacial. Así, tomando como punto de partida la experiencia del muro interno de Alemania, la exposición también examina las barreras históricas y actuales, cercas y muros más allá de la perspectiva nacional específica de Alemania. En ese sentido, tan interesantes como escalofriantes resultan las opiniones mostradas sobre Israel o Palestina, la frontera entre México y EE.UU., o las cercas erigidas en Ceuta y Melilla. El arquitecto Orrego destaca cómo el discurso curatorial alemán venía acompañado de una gran investigación. "Ellos analizan la caída del Muro de Berlín, pero también un mundo que empieza a amurallarse".

ESPACIO LATINOAMERICANO
Junto al pabellón peruano, destacan otras propuestas igualmente reveladoras sobre el 'freespace', concepto que nos habla de lo que es a la vez gratuito y lo generoso, el espacio de acceso público y el que los arquitectos regalan al ciudadano. Entre ellas destaca el pabellón de México, "Echoes of a Land", que muestra una aproximación a la arquitectura que va más allá de la forma y la función programática cuando se le asocia con la geografía, la cultura y la identidad. Argentina también sorprendió con "Vértigo horizontal", exposición que encerraba en una enorme pecera un pedazo de la pampa argentina, y multiplicándola con un juego de espejos para dar al espectador una fascinante ilusión de sentirse envuelto por el espacio. La muestra nos invita a redescubrir este territorio como una construcción colectiva.

Por último, en "Stadium", Chile nos ilustra, a través de la construcción de un modelo a gran escala del Estadio Nacional de Santiago, las políticas locales de vivienda del país sureño. "La exposición chilena me parece muy interesante. Es una resignificación de un espacio emblemático, que ha sido escenario de partidos de fútbol, a la vez que cárcel y centro de torturas y ejecuciones extrajudiciales –opina Reynaldo Ledgard, decano de la Facultad de Arquitectura de la Pontifica Universidad Católica del Perú–. Y al mismo tiempo fue el lugar donde el gobierno de Pinochet repartió títulos de propiedad en un acto populista entre los ciudadanos de menores recursos. Allí te das cuenta de que un lugar emblemático de la represión política puede ser resignificado de muchas maneras".