Festival de Cine de Lima: Estas son nuestras recomendaciones
Festival de Cine de Lima: Estas son nuestras recomendaciones
Sebastián Pimentel

Empezó la nueva edición del Festival de Cine de Lima que organiza la Pontificia Universidad Católica del Perú. Se trata del festival de mayor envergadura en nuestro medio, con una programación que sobrepasa las 300 películas. Entre ellas, por supuesto, están las latinoamericanas seleccionadas para la Competencia Oficial, tanto en el rubro de ficción como en el de documental. En el caso de la ficción, se presentan los trabajos de jóvenes directores peruanos como Joanna Lombardi (“Solos”) y Jonathan Relayze (“Rosa Chumbe”), y el primer largo detrás de cámaras de Salvador del Solar (“Magallanes”). Además, lo nuevo de Alejandro Legaspi, veterano cineasta que proviene del ya mítico Grupo Chaski y que ahora presenta su primer largometraje de ficción como director en solitario: “La última noticia”, que trata sobre el difícil proceso de la tragedia armada y terrorista que asoló a un pueblo andino en el Perú de los años 80. En el caso del documental, también regresa una experimentada realizadora nacional, Marianne Eyde, con “Dibujando memorias”, sobre un grupo de niños de Huancavelica que trata de forjar la memoria colectiva de los años de violencia.

Entre las películas de la región, además de los estrenos nacionales, mencionaremos solo algunas que llaman nuestro interés. En la competencia de ficción, están la argentina “El incendio”, ópera prima de Juan Schnitman; “El abrazo de la serpiente” del siempre telúrico Ciro Guerra (Colombia); “La obra del siglo” del cubano Carlos Quintela, ganadora en el Festival de Róterdam; y por último la guatemalteca “Ixcanul” de Jayro Bustamante. Esta última también es una ópera prima que estuvo nominada en Ró- terdam. Asimismo, mencionaremos dos documentales en competencia. En primer lugar, el chileno-mexicano “Allende, mi abuelo Allende”, una revisión del pasado –a la vez íntima e histórica– por parte de Marcia Tambutti Allende; en segundo lugar, el también chileno “La once”, de Maite Alberdi, una incisiva incursión por ciertos rituales sociales del país sureño.

En cuanto a las muestras paralelas, mencionaremos dos que consideramos imprescindibles. Primero, el homenaje a Werner Herzog (Múnich, 1942), un cineasta clave desde los años 60 hasta hoy, quien cuenta con una de las filmografías más variadas, audaces y, sobre todo, de una hondura metafísica inédita en el cine moderno y contemporáneo. De esta breve pero sustanciosa muestra será posible volver a ver en pantalla grande algunos clásicos herzogianos de los años 70, dos de escenarios amazónicos, como el díptico peruano sobre dos de los megalómanos alucinados más recordados del director alemán: “Aguirre, la ira de Dios” (1972) y “Fitzcarraldo” (1982). También se podrá ver la obra maestra “Nosferatu” (1979), sin duda una de las cimas de su colaboración con el polémico actor Klaus Kinski. Precisamente, es sobre este último que trata el documental “Mi mejor enemigo”, en el que el cineasta de “Corazón de cristal” analiza su relación con el torturado protagonista de sus películas.

Finalmente, si queremos recomendar otra muestra completa, esta es sin duda la titulada “Grandes clásicos renovados: en busca del tiempo perdido”. Pocas veces se pueden disfrutar proyecciones en formato grande de copias restauradas de obras maestras del cine francés, de directores clásicos y fundamentales como “Casco de oro” de Jacques Becquer, “Madame de...” de Max Ophuls, “French Can Can” de Jean Renoir o “Los paraguas de Cherburgo” de Jacques Demy. El cine más moderno del país de Rimbaud y Proust también se hace presente con “El desprecio” de Jean-Luc Godard y un título inclasificable cada vez más influyente por sus extra- ñas cuotas de horror y sutil perversión: “Los ojos sin rostro” de Georges Franjou –cuyo enorme influjo podemos apreciar, por ejemplo, en una de las obras maestras de Almodóvar, “La piel que habito”–.

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