“El Papa Francisco siempre fue fiel a sus convicciones” - 2
“El Papa Francisco siempre fue fiel a sus convicciones” - 2
José Silva

En la portada original de la versión austriaca de “Francisco: de hijo de inmigrantes a Papa”, aparece bebiendo mate delante de una reja pintada con grafitis. La imagen lo refleja como un hombre sencillo, como un simple argentino más.

El cardenal de Buenos Aires sellaría en 2013 una vida dedicada al servicio de la Iglesia y los más necesitados cuando fue electo máximo pontífice de la Iglesia Católica. Sin embargo, son muchos los detalles de la vida del sacerdote de 78 años que permanecen a la espera de ser descubiertos por biógrafos y periodistas.

En ese sentido, la obra arriba mencionada, publicada en Lima por el Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, es valiosa porque permite comprender la magnitud del hombre detrás del poder eclesiástico. Podrá sonar contradictorio pero se trata de un personaje humilde, y cuya característica esencial es la convicción.

El Comercio conversó con la periodista alemana Esther-Marie Merz, quien escribió junto a Mathilde Schwabeneder este libro de 190 páginas que repasa el camino de Francisco, desde su juventud jesuita hasta su presente, navegando entre las presiones de quienes le piden reformas drásticas en una institución compleja y gravitante de la sociedad contemporánea.

¿Cómo surgió la idea de publicar este libro sobre los orígenes del Papa Francisco?

Yo trabajaba en Buenos Aires como corresponsal de un canal de la televisión estatal austriaca. Cuando se dio la elección del Papa, una editorial austriaca católica me llamó y me preguntó si podía escribir un libro sobre Francisco en ocho semanas. Les dije que en ese tiempo era imposible. Me volvieron a llamar una semana después y me propusieron escribir un libro en cuatro meses junto a Mathilde Schwabeneder, corresponsal de la televisión austriaca en el Vaticano. Ahí acepté.

Era unir esfuerzos de una corresponsal en Buenos Aires y otra en Roma para hablar de una misma persona…

Yo soy periodista y podía escribir una historia sobre la persona de Bergoglio, pero no sobre su lado profesional, institucional, católico, pues no tengo conocimientos teológicos. Más podía  ver al ser humano. Y como el Papa es muy conocido por eso, creo que esto sirvió mucho.

Jorge Mario Bergoglio es descendiente de italianos. ¿El hecho de pertenecer a una minoría europea en un país sudamericano (Argentina), influyó en algo en su formación como ser humano?

En Argentina, los italianos son mayoría dentro de las minorías. Sin embargo, sí creo que influyó el hecho de ser distinto, de ser una persona que debe encontrarle la vuelta a las cosas para sobrevivir. Debes ser creativo, aprender a lidiar con las dificultades. Eso le enseñó a estar contento con las pequeñas cosas de la vida. Y, además, le enseñó la importancia de la familia y la unificación de esta. Eso también era muy importante para Bergoglio y también es algo muy italiano.

¿Cómo se manejan los familiares del Papa? ¿Son reacios a dar entrevistas o todo lo contrario?

Me junté con Maria Elena, su hermana. Es súper humilde como él. Vive en Ituzaingó. No ha cambiado nada luego de que su hermano sea elegido Papa. Su vivienda es muy espartana y simple. Ella tiene en su casa una pintura de su hermano que unos amigos de Italia le enviaron. Es como el centro del comedor de la vivienda.

Esther-Marie Merz y la publicación de la que es co-autora. 

¿De dónde surgió esta corriente que intentó asociar al Papa con una visión poco crítica de la dictadura de Videla en Argentina?

En una dictadura siempre hay intereses. Es una situación muy compleja. Para alguien que está tratando de mantenerse sin servir a ningún interés es complicado, porque se hace enemigos por todos lados. Él siempre fue fiel a sus convicciones como jesuita, en su moral, su ética y en lo que él pensaba era correcto. Siendo un sacerdote muy joven. Y los que no vieron representados sus intereses a través de él, empezaron a criticarlo. Bergoglio tenía una moral fuera de la dictadura, mucho más cercana a la creencia de Dios, en su lado jesuita. Además, él no tenía un nivel jerárquico para realmente hacer algo grande o tomar decisiones.

¿Teniendo en cuenta la capacidad de desprendimiento que parece tener el Papa Francisco, es posible que emule a Ratzinger y abdique a su cargo dentro de algunos años?

Siendo un Papa lleno de sorpresas e innovaciones, y que siempre es bastante pragmático, no me sorprendería si él dice ‘ya mi cabeza o mi cuerpo no me da más’. Y si sabe que hay alguien que puede hacer las cosas mejor. No me sorprendería que diga que un Papa también tiene el deber de jubilarse.

Cuando Francisco inició su papado desde varios frentes le solicitaban reformas. Ya sea para suavizar o para endurecer los parámetros de la Iglesia Católica.  ¿Cree que ha logrado mantenerse en el medio?

Lo que hay que entender con Bergoglio es que él tiene convicciones desde muy joven. No hay nadie capaz de hacerle cambiar sus convicciones morales, éticas y sus valores. No creo que el Papa tenga una estrategia de mantenerse en el medio, simplemente sigue sus valores.  Va a defender sus convicciones por el costo que sea. Algunos creen que el Papa va a hacer reformas así de fácil y no es el caso. Como es tan fuerte en sus valores y sus creencias, en realidad es bastante conservador. No se deja influenciar de ningún lado. Arribó a ciertas convicciones a lo largo de su vida y no las cambia. Y eso busca mostrarle a la sociedad, porque somos una sociedad que muchas veces cambia su parecer por intereses.

¿Qué aporte distinto cree que ha dado la elección de Bergoglio como jefe máximo de la Iglesia Católica?

Creo que su elección influenció sobre diversos temas. Por ejemplo, (cuando era arzobispo) estuvo muy metido combatiendo la trata de personas en Argentina. Buscó poner el tema en los medios, y creo que ahora –trasladando eso a lo que viene sucediendo en Europa (negocio de los refugiados africanos) —llevó el tema (de la trata de personas) a un nivel más global. En este sentido, haber elegido un Papa argentino, que estaba metido en el tema, hizo salir más a la luz temas como este.

Siendo usted una persona no católica. ¿Cuál es la enseñanza que le dejó estudiar tan a fondo la vida del Papa Francisco?

Soy una periodista y los periodistas buscan personas para contar sus historias. Eso nos pone muy cerca de la gente. Ahí está la primera conexión con el Papa: buscar estar cerca del pueblo. Por otro lado, buscar acercarse a Bergolio era otra cosa. Cuando yo era corresponsal en Buenos Aires, él nunca dio entrevistas. Tenía una posición bastante crítica hacia los medios de comunicación. Él prefería hacer su trabajo y no dar entrevistas. Era muy difícil escribir sobre él, pero gracias a su familia, amigos y cercanos, que me hicieron conocerlo a través de anécdotas e historias.

Considero que, a pesar de no ser católica, de no creer en la Institución de la Iglesia, sí creo en el Papa. Creo en él porque pienso que es una de las pocas personas que veo en el mundo que nos da un norte porque durante su vida fue siempre fiel a sus convicciones. No busca intereses. Es como es, normal, humilde, desagradable (por ser fiel a sus pensamientos), complicado, etc. Francisco me enseñó a que, no importa si soy protestante, católica, judía, lesbiana o lo que sea, si tengo ciertos valores impregnados en mí, todos podemos llevarnos súper bien. Y él como Papa me transmitió estos valores. Hablar de valores es fácil, pero ser consecuente y llevarlos a cabo en actos es súper difícil. Ver como él lo hace desde los 17 años de edad me emocionó mucho.

Finalmente, ¿a quién diría que está dirigido este libro?

Al público en general. No es un libro científico. No es para teólogos. Yo no soy ninguna científica. Si bien estudié ciencias políticas en la universidad, soy ante todo periodista. Mi trabajo es contar historias, acercarlas a la gente. La forma en como está escrito el libro es muy emotiva también. La manera de escribir esto fue como si tratara de contarle una historia a un amigo o a un familiar. Y mientras lo escribía me percaté  que esta era forma muy similar al tono en el que el Papa habla. 

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