Los aviones pueden parecer un lugar seguro, pero en realidad no están libres de la delincuencia. Según la exazafata e influencer de viajes Barbara Bacilleri, es común que los ladrones aprovechen los descuidos para robar pertenencias. “Volar se considera una experiencia organizada, pero hay muchas cosas que los pasajeros desconocen”, explicó la argentina en conversación con JamPress. “Cosas que pueden hacer que un vuelo se vuelva incómodo o incluso peligroso”.
Uno de los riesgos más comunes es el robo de equipaje. “Mientras duermes o estás distraído, alguien podría estar hurgando en los compartimentos superiores y sacando cosas de las maletas sin que nadie lo note”, advierte Bacilleri, destacando que los objetos colocados bajo el asiento son un blanco fácil, ya que algunos ladrones los toman rápidamente sin llamar la atención.
Incluso hay delincuentes que compran boletos solo para subir al avión y robar. Según el medio New York Post, casos recientes lo confirman. Por ejemplo, un pasajero en un vuelo de Vietnam a Singapur fue acusado de robar 23.000 dólares en efectivo de varias maletas, y un trabajador de Delta Airlines fue arrestado por llevarse la bolsa de un pasajero con más de 285.000 dólares.
Barbara Bacilleri es una popular influencer de viajes con miles de seguidores en redes sociales. (Foto: @barbiebac)
Bacilleri señaló que los delitos a bordo son más comunes de lo que se podría pensar. (Foto: @barbiebac)
El problema es que, dentro del avión, hay pocas opciones para actuar. “Si te roban en pleno vuelo, no hay cámaras de seguridad ni policías a los que recurrir hasta que aterrizas”, explica la exazafata. Además, muchas aerolíneas no se hacen responsables por las pérdidas, y recuperar las pertenencias suele ser casi imposible.
Su consejo para evitar estas situaciones es bastante simple: “Lleva siempre contigo tus objetos importantes, documentos y dinero, porque si notas que falta algo después de aterrizar, ya será demasiado tarde”.
Otro aspecto poco conocido es que las aerolíneas no garantizan espacio en el compartimento superior justo sobre tu asiento. “Cuando compras un boleto, solo pagas por el transporte de un lugar a otro, no por un espacio específico para el equipaje de mano”, aclara Bacilleri. Esto significa que, si el avión está lleno, tu maleta podría terminar varias filas lejos de ti, algo que es completamente normal.
La exazafata compartió sus mejores consejos para tener una experiencia de vuelo sin contratiempos. (Foto referencial: Unsplash)
Por último, la influencer desmiente la idea de que los auxiliares de vuelo están obligados a ayudar a levantar maletas pesadas. “Si no puedes levantarla por encima de tu cabeza, considera sacar algunos objetos o facturarla”, recomienda. Asimismo, advierte que las aerolíneas no se hacen responsables si un tripulante se lesiona por ayudar a un pasajero.
“Muchos auxiliares están felices de ayudar, pero no es su obligación”, agrega. “Si no puedes con tu maleta, ¿por qué otra persona debería hacerlo por ti?”.
Una experimentada azafata reveló en qué clase viajan los pasajeros más exigentes
Semanas atrás, Paula Gahan es una azafata con 10 años de experiencia, compartió sus observaciones sobre la clase en la que viajan los pasajeros más exigentes. Según contó, uno de los grupos que suele presentar mayores desafíos son aquellos que esperan un servicio más personalizado y de alta calidad durante el vuelo, lo que puede desencadenar situaciones complicadas.
“La mayoría de los pasajeros son encantadores, así que es difícil elegir una clase que sea más difícil”, dijo Gahan al medio The Telegraph. “Pero si tuviera que elegir una, sería Premium Economy”.
Según la azafata, los pasajeros de clase turista premium, que pagan un poco más por asientos más espaciosos y otros beneficios, a menudo tienen una actitud demasiado “exigente”.
Estos pasajeros, que se encuentran en un punto intermedio entre la clase económica básica y la clase ejecutiva, parecen tener una percepción inflada de su importancia.
“Los pasajeros de clase Premium Economy se encuentran en un dilema”, afirma Gahan. “No pueden permitirse ir en clase business, pero creen que son demasiado buenos para ir en clase económica”.
Esta situación los lleva a un estado de “confusión”, donde se sienten con derecho a más de lo que realmente han pagado.
