Con la llegada del frío, muchas personas recurren a las mantas eléctricas y otros dispositivos de calefacción para encontrar alivio; sin embargo, muchos desconocen es que el uso prolongado de estos accesorios puede tener consecuencias perjudiciales para nuestra piel.
La dermatóloga Heather Kornmehl, de Texas, EE. UU., se volvió viral en TikTok tras advertir sobre un riesgo poco conocido pero grave asociado al uso excesivo de las mantas términas: el eritema ab igne, una condición que puede causar daños permanentes en la piel.
El eritema ab igne es una afección cutánea causada por la exposición prolongada a una fuente de calor de baja intensidad, como una manta eléctrica, una bolsa de agua caliente o incluso una computadora portátil.
Esta exposición constante provoca una reacción en la piel, que se manifiesta en forma de manchas rojas o marrones con un patrón reticulado. Las lesiones causadas por esta afección pueden ser dolorosas y, lo más preocupante, pueden convertirse en una marca permanente en la piel.
El calor, aunque no sea suficiente para causar una quemadura, puede dañar los vasos sanguíneos superficiales y las fibras de colágeno y elastina de la piel, lo que altera su estructura y produce la característica coloración. Además, el eritema ab igne puede evolucionar y dar lugar a complicaciones más graves, como el desarrollo de cáncer de piel.
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) informan que, aunque el eritema ab igne era más común en personas expuestas al calor de forma prolongada en su trabajo, como panaderos o trabajadores industriales, el aumento del uso de dispositivos electrónicos y sistemas de calefacción en el hogar se ha convertido en motivo de preocupación.
Para prevenir el eritema ab igne, es fundamental limitar la exposición directa de la piel a fuentes de calor. Se recomienda evitar el uso prolongado de mantas eléctricas, bolsas de agua caliente y almohadillas térmicas. Si es necesario utilizar una computadora portátil, se aconseja colocarla sobre una mesa o utilizar un soporte para evitar el contacto directo con la piel.
En caso de detectar los primeros signos de eritema ab igne, como enrojecimiento o picazón en la piel, es importante consultar a un dermatólogo. Un diagnóstico temprano y la eliminación de la fuente de calor pueden ayudar a prevenir la progresión de la enfermedad y minimizar los daños en la piel.