La Navidad ya está a la vuelta de la esquina y la gente ya empezó a realizar los planes para celebrar esta festividad. Algunos prefieren entregar regalos a sus seres queridos y evalúan dónde comprar. Mientras que otros buscan los mejores trucos caseros o consejos para decorar todos los rincones de la casa sin gastar mucho dinero.
Ahora bien, decorar el árbol navideño es una de las tradiciones más populares en el mundo. Aunque parece una tarea difícil, existe una sencilla forma de colocar las luces en el arbolito. En las siguientes líneas te explicamos los pasos. Eso sí, necesitas tomar las medidas de seguridad correctas para que nadie salga lastimado.
Cómo es mejor poner las luces del árbol de Navidad
Lo primero que debes hacer es armar el árbol. Una vez que esté listo, prepara todas las luces navideñas. A la hora de escogerlas, comprueba el estado de los cables a fin de evitar daños o accidentes en el hogar. Tras asegurarte de que las bombillas enciendan, sigue estos pasos, según unCOMO.
- Al momento de ponerlas, empieza desde arriba. Amarra el extremo del cable a la punta del árbol y comienza a bajarlo rodeando el árbol.
- Para aumentar el volumen visual del árbol navideño, coloca las luces de dentro hacia afuera.
- También recomiendan poner las luces de forma uniforme y puedes ir conectándolas durante el proceso de la decoración. Si te agrada el resultado final, empieza a colocar el resto de adornos.
Cuántas luces necesita un árbol de Navidad
El portal especializado Lights For Fun aconseja utilizar 5 metros de luces o 100 luces por cada 60 centímetros de altura del árbol. “En términos generales, un árbol de 1,80 m necesitará 300 luces o 15 metros”, aseguran desde revistafamilia.ec.
Cómo se pone la guirnalda en el árbol
“Las guirnaldas se colocan empezando por arriba y rodeando el árbol en espiral hasta llegar a la base. Poner dos guirnaldas distintas será suficiente para un árbol de tamaño medio”, menciona la plataforma leroymerlin.es.
¿Qué es Navidad?
La Navidad es una festividad cristiana en la que se conmemora el nacimiento del niño Jesús en Belén y es celebrado el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas.
Procede del latín nativĭtas, nativātis que significa “nacimiento”, y además de ser usado para referirse al día que nace Jesús, también se extiende para designar el periodo posterior que llega hasta el Día de Reyes.