Donald Trump sigue enfocando su segundo mandato en contra de los inmigrantes ilegales que hay en Estados Unidos y los que quieren entrar de forma irregular (Foto: AFP)
Donald Trump sigue enfocando su segundo mandato en contra de los inmigrantes ilegales que hay en Estados Unidos y los que quieren entrar de forma irregular (Foto: AFP)

La frontera entre Estados Unidos y México siempre ha sido un tema candente de debate político, con enfoques diferentes según la administración en turno. La gestión de no es la excepción, y uno de los pilares de su presidencia es el compromiso de fortalecer la seguridad en la frontera sur del país. De hecho, en este, su segundo mandato, uno de los movimientos más controversiales ha sido el reciente despliegue de miles de soldados y vehículos militares a lo largo de la frontera, especialmente en áreas de difícil acceso y alto riesgo. Este tipo de medidas siempre genera reacciones encontradas, y en este caso, la última en particular ha provocado lo mismo.

El gobierno de Trump desplegó cientos de tropas estadounidenses y vehículos blindados en una zona bastante conocida y apreciada por los estadounidenses: un parque nacional en Texas. Esta movida, que muchos interpretan como una ofensiva contra la inmigración ilegal, no solo reitera el compromiso del presidente de reforzar el control migratorio en su jurisdicción, sino que también marca una intensificación de la presencia militar en un lugar que, hasta ahora, no había sido escenario de este tipo de operaciones a gran escala.

EL PARQUE NACIONAL BIG BEND: EL EPICENTRO DE LA MOVILIZACIÓN

El Parque Nacional Big Bend, ubicado en el extremo suroeste de Texas, es un lugar único tanto por su belleza natural como por su ubicación estratégica. Este parque, uno de los más grandes de Estados Unidos, y el más visitado de su estado, alberga una gran diversidad de paisajes, desde desiertos hasta montañas. El lugar es conocido por su remota ubicación y su difícil acceso, lo que lo convierte en un punto clave de preocupación para la Patrulla Fronteriza, que constantemente se enfrenta a desafíos en su misión de controlar la inmigración ilegal.

Fue el 13 de marzo cuando se comenzó a desplegar el personal militar en esta zona, con 200 soldados de la 4.ª División de Infantería del Ejército, provenientes de Fort Carson, Colorado. Aunque la cifra inicial de efectivos no era tan grande, se esperaba que en las siguientes semanas la cantidad aumentara a 500, lo que incrementaría significativamente la presencia militar en la región.

El despliegue de tropas no se limitó únicamente a personal humano. En total, se enviaron vehículos blindados Stryker, tácticos tipo Humvee, camiones cisterna y otros equipos de apoyo. Los Stryker, en particular, se adaptan perfectamente al terreno accidentado de la región. Estos medios de combate de ocho ruedas pueden transportar hasta 11 soldados, y son capaces de alcanzar velocidades de hasta 96 km/h, lo que les permite maniobrar con eficacia en un terreno complejo.

Según el mayor Jared Stefani, quien comanda el batallón desplegado en la región, el propósito de las tropas no es directamente realizar arrestos a los migrantes, sino brindar apoyo a los agentes federales en tareas de monitoreo y detección. Aunque el acuerdo entre Texas y la administración Trump incluye que algunos miembros de la Guardia Nacional puedan llevar a cabo arrestos, los soldados en esta operación se enfocan principalmente en el soporte logístico y estratégico para que la Patrulla Fronteriza pueda realizar sus funciones de control de manera más efectiva.

El Parque Nacional Big Bend es un sitio muy frecuentado por turistas en Texas (Foto: AFP)
El Parque Nacional Big Bend es un sitio muy frecuentado por turistas en Texas (Foto: AFP)
/ DANIEL SLIM

ESTADÍSTICAS QUE MUESTRAN LA BAJA INCIDENCIA EN BIG BEND

Es interesante observar que, a pesar de la intensificación de la presencia militar, el sector Big Bend de la Patrulla Fronteriza ha registrado una cantidad relativamente baja de cruces ilegales en comparación con otras áreas de la frontera entre Estados Unidos y México. Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en febrero se registraron solo 165 encuentros con migrantes en este lugar, una cifra pequeña si la comparamos, por ejemplo, con los 1,679 en Laredo o los 2,623 en El Paso durante el mismo periodo de tiempo marcado.

Este dato ha sido usado por críticos de la operación para argumentar que el despliegue de tropas podría ser innecesario, considerando que las estadísticas muestran una tendencia de baja en las detenciones. Además, en el contexto de las cifras más generales, las detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera sur de Estados Unidos han alcanzado sus niveles más bajos en décadas.

SOBRE EL AUTOR

Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con siete años de experiencia en medios de comunicación escritos, tanto en ediciones impresas como digitales. Actualmente redacto para el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.

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