Llegar a casa e ir directo a la cama es uno de los mayores placeres de muchos, mientras que otros tardan varios minutos en la mañana para ‘despegarse’ de sus sábanas y empezar sus labores, pero muy pocos tienen una experiencia tan traumatizante como la que vivió una mujer en Queensland, Australia. Ella encontró a su lado y ‘dormida’ a una de las serpientas más venenosas del mundo. El animal de dos metros la dejó aterrorizada, pero felizmente pudo pedir ayuda a tiempo. Su peculiar historia se volvió viral en Facebook y, por fortuna, no mordió a nadie.
Se trata de una serpiente marrón del este u oriental, un ejemplar de unos seis pies de largo que, probablemente, entró por alguna de las ventanas o puertas que se quedó abierta en búsqueda de un refugido por la ola de calor que afecta al país. “Simplemente quería una cama cómoda y agradable para dormir”, explicó el cazador de serpientes profesional Zachary Richards quien hizo circular las imágenes del animal en las redes sociales.
El especialista del servicio de rescate de animales Zachery’s Snake and Reptile Relocation llegó rápidamente el lunes 20 de marzo tras recibir una llamada de auxilio. “Abrí la puerta y estaba acostada mirándome”.
Indicó que mientras esperaba su llegada, la mujer “cerró la puerta de la habitación” y “puso una toalla debajo de la puerta”.
La serpiente marrón es doce veces más venenosa que la cobra y es la segunda más letal del mundo después del taipán del interior. A esto se suma que tiene la ‘distinción’ de causar más muertes por mordeduras de serpientes que cualquier otra en Australia.
Luego de ser capturada, la ‘traviesa’ serpiente fue devuelta a su hogar al aire libre y a una distancia prudente del vecindario.
Qué hacer si encuentra una serpiente en su casa
Zachary Richards explicó que “si ve una serpiente, retroceda lentamente, déjela en paz, confínela a una habitación y llame a un profesional”, además de hacer un pedido especial en su página de Facebook: “Revisa la cama con cuidado esta noche”.
Si un humano es mordido por una serpiente y no recibe el tratamiento rápidamente, puede causar parálisis progresiva y sangrado incontrolable porque el veneno contiene poderosas neurotoxinas que también apagan el corazón, el diafragma y los pulmones de la víctima, causando que se asfixien.