1 / 11 Lionel Messi. (Foto: EFE)
2 / 11 El volante mexicano Andrés Guardado. (Foto: EFE)
3 / 11 Messi y Cristiano Ronaldo. (Foto: AFP)
4 / 11 Cristiano Ronaldo. (Foto: Reuters)
5 / 11 El portero español Pepe Reina es convocado por cuarta vez al Mundial, aunque en las copas anterior fue suplente. (Foto: AFP)
6 / 11 El suizo Valon Behrami. (Foto: AP)
7 / 11 Andrés Iniesta jugó tres Mundiales desde Alemania 2006. (Foto: Reuters)
8 / 11 Javier Macherano también jugará su cuarto Mundial con Argentina. (Foto: EFE)
9 / 11 El delantero australiano Tim Cahill. (Foto: AP)
10 / 11 El defensor Sergio Ramos también va por su cuarto Mundial con España. (Foto: Reuters)
11 / 11 El portero mexicano Guillermo Ochoa, suplente en las dos primeras Copas del Mundo. (Foto: AP)
En 2006, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi eran dos jóvenes promesas del fútbol mundial. El primero tuvo una participación estelar en la Eurocopa de Portugal 2004 por el extremo izquierdo de un equipo comandado por nada menos que Luis Figo. El argentino, por su parte, venía de ser campeón Sub-20 con la selección albiceleste.
Alemania fue la primera experiencia mundialista para ambos, aunque el argentino llegó entre algodones, debido a que sufrió una dura lesión en la Champions League que conquistó Barcelona de manos de Ronaldinho. El combinado portugués de Cristiano sí disputó todos los partidos de la Copa del Mundo, cayendo en los dos últimos ante Francia y Alemania: finalizó en cuarto puesto.
Sudáfrica 2010 fue totalmente distinto, con un Balón de Oro para cada uno. Solo un año antes, Messi había conseguido el triplete (Champions, liga y copa) con los azulgranas de Pep Guardiola y pasó a ser dirigido en la selección por Diego Maradona, la fórmula perfecta para algunos. Ronaldo no se quedaría atrás: era entonces la gran contratación del Real Madrid, junto a Kaká, y en 2008 ganó la Champions con el Manchester United.
En aquel certamen internacional, Argentina cayó goleada por Alemania en cuartos de final, mientras que Portugal perdió en octavos frente al campeón, España.
En Brasil 2014, las estrellas de la Liga española ya eran ‘dioses’. Aunque, sorprendentemente, los lusos no pasaron de primera ronda, los argentinos llegaron a la final con un Messi que posteriormente fue premiado como el mejor jugador del Mundial. Sin embargo, a fin de cuentas la Albiceleste sucumbió contra Alemania en tiempo extra, la primera de tres finales perdidas.
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