Corea del Norte ha considerado hoy "una declaración de guerra" la decisión de Corea del Sur de cerrar el parque industrial conjunto de Kaesong, en respuesta al lanzamiento de un cohete por parte de Pyongyang.
Corea del Sur pidió a todos los surcoreanos que se retiren y anunció el requisamiento de "equipamiento, material y productos de empresas surcoreanas" que queden allí.
Seúl quiso castigar con la medida a su vecino por el controvertido lanzamiento de Pyongyang el pasado domingo de un satélite al espacio con un cohete portador, en lo que la comunidad internacional cree se trataría de un ensayo encubierto de un misil de largo alcance con capacidad nuclear. En enero, Corea del Norte también llevó a cabo un ensayo nuclear condenado internacionalmente.
La zona especial, situada en Corea del Norte, pero muy cerca de la frontera y que suponía el canal de comunicación más importante entre ambos países, se pondrá de inmediato bajo control militar, informó el régimen de Kim Jong-un. Además, se desmontarán dos importantes líneas directas entre los dos vecinos.
Pyongyang consideró la decisión de cerrar Kaesong como "declaración de guerra" y dijo que con ello Corea del Sur ha decidido "poner fin a la última línea de comunicación entre las dos Coreas", señala un comunicado del Comité para la Reunificación Pacífica de Corea citado por medios estatales.
Numerosos camiones vacíos se encuentran desde la mañana en el paso fronterizo para llevarse equipamiento y productos del parque industrial, informó la televisión surcoreana.
El citado comité advirtió que el gobierno surcoreano enfrentará "consecuencias catastróficas y dolorosas como consecuencia por su acción".
El Senado estadounidense votó en la noche del miércoles por unanimidad a favor de endurecer las sanciones contra el régimen de Kim Jong-un, medida a la que tendría que dar luz verde también la Cámara de Representantes. Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU debate la misma posibilidad.
El complejo Kaesong, inaugurado en 2004 es una zona económica especial y el único gran proyecto común entre los dos países que seguía activo, donde trabajaban más de 50.000 norcoreanos para 124 empresas surcoreanas, que se aprovechan también de los bajos costes laborales en el país vecino.
Según datos de Corea del Sur, la operación del parque le ha proporcionado a Corea del Norte ingresos por 616.000 millones de won (458 millones de euros) hasta ahora.
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— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) febrero 10, 2016
Fuente: DPA
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