Fuerzas progubernamentales han ejecutado a 82 civiles, entre ellos mujeres y niños, en cuatro distritos de Alepo, escenario de una batalla para expulsar a los grupos rebeldes, cuya presencia se reduciría a una superficie de un kilómetro cuadrado, informó el martes la ONU.

Entre las víctimas de esta nueva matanza hay once mujeres y trece niños, precisó el portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville.

Agregó que hay cadáveres en las calles y no pueden ser recogidos a causa de los permanentes bombardeos.

Entre los responsables de estos crímenes se encuentran miembros del Movimiento Al Nuyabá, una milicia iraquí que está combatiendo al lado del Ejército sirio y de otros grupos afines al Gobierno de Damasco.

Se han recibido informaciones de que sus milicianos llevan a cabo redadas, entran en las casas y asesinan a sus ocupantes, incluso si son mujeres y niños.

Otros residentes son ejecutados en las calles cuando intentan huir o mueren a causa de los bombardeos y fuego de artillería que se han intensificado tanto de día como de noche.

Según Colville, hay indicaciones de que varios grupos armados han ido retirándose esta mañana de algunas zonas -dejando detrás de ellos a los civiles- y ahora ocupan un área que sería de aproximadamente un kilómetro cuadrado.

"Los civiles han pagado un precio brutal en este conflicto y tememos profundamente por aquellos que siguen en el último rincón infernal del este de Alepo donde están los rebeldes opositores", declaró el portavoz.

Se considera que todavía hay miles de civiles en el este de Alepo, un área que los grupos rebeldes controlaron por tres años y que en algún momento el 70 % de la ciudad que fue el centro económico e industrial de Siria.

Sin embargo, muchos habrían preferido no huir y estarían escondiéndose donde pueden.

Por su parte, grupos de rebeldes están rindiéndose y entregando las armas, tras lo cual son escoltados fuera de la ciudad por las fuerzas gubernamentales, que los separan del resto de civiles que huyen.

A este respecto, la ONU pidió a las autoridades sirias que respeten la vida y los derechos tanto de civiles como de los combatientes que hayan sido capturados o depuesto sus armas, que estén heridos y fuera de combate.

"Es increíblemente difícil en estos momentos reunir información y verificarla. Una fuente que teníamos en el este de Alepo, que era particularmente equilibrada y denunciaba los crímenes de ambos bandos ha dejado de dar señales anoche", relató Colville.

Las sospechas de que crímenes masivos pueden estar ocurriendo dentro de Alepo o en relación con los que han conseguido huir o han sido capturados, sean civiles o combatientes, son cada vez mayores.

"Hay que vigilar la filtración que está haciendo el Ejército sirio y sus aliados para evitar violaciones de los derechos humanos, como torturas y ejecuciones sumarias, como las que hemos visto a lo largo de este conflicto", enfatizó Colville.

Por su parte, el portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke, dijo que se requiere "un cese inmediato de los combates para poder realizar las evacuaciones médicas de los civiles que lo necesitan y llevarlos a lugares donde puedan ser atendidos".

Por el momento, se ha registrado a 37.000 civiles que han abandonado últimamente Alepo y se han dirigido a la parte oeste de la ciudad, que ya controlaba el gobierno, o hacia las afueras, aunque se cree que el éxodo es mucho mayor.

Fuente: EFE

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