La profesora Friese estuvo en Lima hace unos días invitada por el Instituto Goethe para el seminario “Miedo a lo ajeno. Migración e identidades en un mundo globalizado: los ejemplos de Francia, Alemania y Perú”. (Goethe-Institut Perú / Handrez García)
La profesora Friese estuvo en Lima hace unos días invitada por el Instituto Goethe para el seminario “Miedo a lo ajeno. Migración e identidades en un mundo globalizado: los ejemplos de Francia, Alemania y Perú”. (Goethe-Institut Perú / Handrez García)
Rodrigo Cruz

En estos tiempos de políticos populistas que prometen cerrar las fronteras de sus países, Europa se ha convertido en un campo de batalla. La última de ellas se dio en Francia. La ultraderechista Marine Le Pen fue derrotada por el hoy presidente francés, Emmanuel Macron. Sin embargo, el mensaje xenófobo, sobre todo contra la población musulmana, continúa echando raíces en el Viejo Continente. La próxima lid será el 24 de setiembre en Alemania.

— ¿Es la crisis de los migrantes el mayor problema que tiene hoy Europa?
Lo primero que diría es que no se trata de una crisis. La noción de crisis está vinculada con una enfermedad. Es un momento de decisión crucial: si vas a morir o sobrevivir. Entonces, yo rechazaría esta metáfora de que hay una crisis. Porque la migración, o como yo profiero llamarla, el desplazamiento humano, siempre caracterizó a la humanidad. La sociedad y la cultura se dieron mediante desplazamientos. Entonces, no es que sea una crisis. Lo que puede haber es una falta de preparación de los países europeos para lidiar con muchas personas que llegan al mismo tiempo.

— Pero eso no es lo que dicen los políticos. Ellos hablan de la migración como un gran problema.

Lo que pasa es que nunca hubo una política para enfrentar estos desplazamientos. Si la hubiéramos tenido, creo que no existirían estos problemas. Hasta hubiera sido considerado un evento normal. Pero como hay una crisis política en Europa, como podemos ver con el ‘brexit’ o la aparición de movimientos populistas en Francia, Italia y Holanda, por ejemplo, estos políticos absorben los sentimientos de la población de que algo se les está quitando.

— Como Le Pen en Francia.
Ese tipo de políticos utilizan esta supuesta crisis de los migrantes para generar populismo. Y en ello hay una suerte de identidad. Dicen cosas como: “Nosotros no deberíamos traer a estos extranjeros porque pertenecen a una cultura diferente”.

— ¿Como si se tratara de una raza superior?
Después del Holocausto no es aceptado decir la palabra ‘raza’. Así que prefieren usar ‘cultura’. Que pertenecen a otra cultura. Pero ese término también es racista. En ese contexto, la palabra ‘raza’ ha sido reemplazada por ‘cultura’. ¿Y contra quiénes la utilizan? Obvio que contra los musulmanes. Ahora no son los judíos, son los musulmanes los atacados, “porque los musulmanes no tratan a sus mujeres como nosotros”. Es la nueva excusa del racismo. Un racismo que hoy ya no es de razas sino de cultura.

— ¿Y a qué se debe?
Tiene que ver mucho con la crisis económica y democrática en toda Europa. Hay bastante gente que cree que en Europa no hay una democracia legítima, sino que es un monstruo burocrático que le ha quitado soberanía al Estado, poder a los ciudadanos y blablablá. Estos populistas dicen que los otros, los migrantes, nos van a quitar algo, como puestos de trabajo. Pero eso es falso. Lo paradójico, sin embargo, es que varios países están gastando más en proteger sus fronteras que en dar un mejor trato a los migrantes.

— ¿Por qué cree que sucede eso? ¿Miedo a lo diferente?
Se trata, más bien, del miedo a perder un privilegio.

— Una reciente portada de la revista “Time” sobre la victoria de Macron en Francia decía: “La batalla por Francia acabó. Pero la guerra entre la globalización y el nacionalismo recién comienza”. ¿Piensa igual?
Primero que nada, muchos estamos felices de que Le Pen no haya llegado a la presidencia. Y contentos de que los populistas en Austria y en Holanda tampoco hayan llegado. Espero que esta ola populista no triunfe en Alemania, porque si los alemanes comienzan a volverse racistas de cultura, entonces ahí sí tenemos que asustarnos. Pienso que la victoria de Macron es muy importante para reconstruir una nueva política en Europa alejada de estos nuevos nacionalismos.

— ¿Ve un efecto Trump en la aparición de estos políticos xenófobos?
Creo que los europeos no terminan de entender del todo los mensajes de Trump del tipo “hacer América grande de nuevo”. Al menos los europeos liberales no lo entendemos. Por supuesto que hay personas hartas de la democracia y de sus negociaciones y quizá les gustaría tener un líder de ese tipo. Pero hasta ahora no han ganado una elección en Europa.

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Ficha del entrevistado. 

Heidrun Friese, antropóloga. 
​Nací en Alemania. Dicto cátedra en comunicación intercultural en la Universidad Técnica de Chemnitz. He publicado varios libros sobre los refugiados del Medio Oriente y el trato que se les da en el continente europeo, entre otros temas.

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