La Fuerza Aérea de China aseguró hoy que se encuentra en estado de alerta para actuar con determinación ante cualquier amenaza a su espacio aéreo, después de que aviones militares de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur sobrevolaran la nueva zona de defensa militar china sin comunicarlo previamente.

Varios aviones de combate y uno de reconocimiento fueron enviados ayer a patrullar la nueva zona de defensa aérea en el mar de la China Oriental, según informó la agencia oficial Xinhua.

Según el portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang, los aviones realizaron misiones normales en el área que se extiende sobre las islas Diaoyu (Senkaku para los japoneses), que son reclamadas desde hace tiempo por ambos países.

Aviones militares de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur habían sobrevolado previamente la zona sin avisar antes a las autoridades chinas. Hasta el momento, la Fuerza Aérea china no ha intervenido.

Los medios estatales chinos no descartaron este viernes que surja una nueva Guerra fría con Japón. Estamos preparados para afrontar una prolongada confrontación con Japón, escribió el periódico en lengua inglesa Global Times, que edita el Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino.

Estados Unidos, por su parte, sigue mostrando sus músculos militares en la crisis. El portaaviones USS George Washington surca las aguas frente a la isla japonesa de Okinawa. Asimismo, otros portaaviones, buques de guerra, submarinos y aviones de la VII Flota estadounidense participan, junto con las Fuerzas Armadas japonesas, en unas nuevas maniobras, planeadas tiempo atrás, según confirmó el Pentágono en Washington.

JAPÓN RESPONDE El primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunció entre tanto que su país se propone manejar la situación con tranquilidad y firmeza. El jefe de gobierno aseguró que tiene previsto debatirlo con sus aliados, otros países vecinos y organizaciones internacionales.

Japón y Corea del Sur declararon que no tienen previsto reconocer la zona de identificación de defensa militar establecida por China, que se superpone con los espacios de vigilancia aérea con los que cuentan ambos países desde hace tiempo.

Los medios estatales chinos explicaron que la nueva zona de defensa no es una zona de exclusión aérea ni tampoco forma parte del espacio aéreo nacional chino. No obstante, las autoridades en Pekín exigen desde el sábado que los aviones extranjeros que sobrevuelan la zona se identifiquen y sigan las instrucciones de su Fuerza Aérea, so pena de sufrir represalias militares no precisadas.