Israel conmemoró el martes el Día de la Independencia, 69 años después de que David Ben-Gurión declarase el fin del Mandato Británico y la creación del país que dividió la Palestina histórica y dejó abiertas las puertas del conflicto con los palestinos que sigue sin resolverse.
Como cada año, las fuerzas aéreas israelíes dieron el pistoletazo de salida de las celebraciones con una exhibición aérea a lo largo de un país que luce cubierto de blanco y azul, los colores de la bandera que ondea en miles de coches, postes, edificios institucionales, viviendas y las manos de ciudadanos que festejan la efeméride.
Decenas de miles de ellos abarrotaron las playas y parques, donde se repitieron las escenas de familias y amigos disfrutando de pícnics y parrillas, una imagen habitual, como también lo es la del intenso tráfico provocado por los miles de desplazamientos que se registran en esta festividad.
Según marca la tradición, el presidente de Israel, Reuvén Rivlin, fue el responsable de entregar, en compañía del primer ministro, Benjamin Netanyahu; el titular de Defensa, Avigdor Liberman, y el jefe del Estado Mayor, Gadi Eizenkot, la medalla a la Excelencia a 121 militares, uno más de lo que es habitual debido a un fallo en la lista de los galardonados, informó el diario digital Ynet.
Los eventos de este año se organizaron bajo el lema "Jerusalén, la eterna capital del Estado de Israel y del pueblo judío".
Fuente: EFE / Agencias
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