Rescatistas internacionales colaboraron con Tailandia. (Foto: AP/Sakchai Lalit)
Rescatistas internacionales colaboraron con Tailandia. (Foto: AP/Sakchai Lalit)
Redacción EC

Los equipos de rescate completaron este martes la misión de salvamento de los doce niños y un adulto atrapados en una cueva de desde el 23 de junio, de los cuales nueve días estuvieron desaparecidos y sin alimentos.

Estos son los héroes que hicieron posible la epopeya:

— Los descubridores —

"¡Genial!". Esas fueron las palabras que pronunciaron los buzos británicos voluntarios que encontraron al equipo de fútbol. Rick Stanton y John Volanthen, que trabajan como bombero e ingeniero informático respectivamente, recorrieron un largo y sinuoso camino a través de cavernas inundadas para encontrar a los 12 chicos y su entrenador, nueve días después de que desaparecieran.

Stanton y Volanthen dirigiéndose a la cueva con las autoridades tailandesas. (Foto: AFP/Lillian Suwanrumpha)
Stanton y Volanthen dirigiéndose a la cueva con las autoridades tailandesas. (Foto: AFP/Lillian Suwanrumpha)

"Los buzos británicos Rick y John estuvieron en la punta de lanza" del grupo de búsqueda, dijo Bill Whitehouse, del Consejo de rescate de cuevas británicas, una asociación de equipos de rescate del país. "Lograron bucear en la última sección y entrar en la cámara donde los desaparecidos estaban en una cornisa sobre el agua", añadió.

Stanton, un bombero de Coventry en el centro de Inglaterra, y Volanthen, un ingeniero informático de Bristol, en el suroeste del país, no son novatos en inmersiones difíciles. El primero, que tiene alrededor de 50 años, explicó a un diario local en 2012 que su mayor logro había sido rescatar a seis soldados británicos atrapados en cuevas en México.

Él y Volanthen también ayudaron en 2010 a encontrar a Eric Establie, un experimentado espeolólogo francés que quedó atrapado bajo tierra en la región de Ardèche, en el sur de Francia. En Tailandia, el equipo evitó a los medios de comunicación. "Tenemos un trabajo que hacer", dijo Volanthen cuando llegó al sitio.

— El mártir —

Si bien ya estaba retirado de las fuerzas, Saman Gunan no dudó a la hora de pedir permiso en su trabajo para colaborar con el difícil operativo de rescate de los 12 chicos y su entrenador atrapados en la cueva Khun Nam Nang, en Tailandia. Gunan tenía 37 años y aunque recientemente se desempeñaba como oficial de seguridad en Suvarnabhumi, en el aeropuerto internacional de Bangkok, había formado parte de la fuerza élite tailandesa Seal.

Samarn Poonan, un miembro de la unidad de élite Seal de 37 años, murió durante las operaciones de rescate. (Foto: Royal Thai Navy)
Samarn Poonan, un miembro de la unidad de élite Seal de 37 años, murió durante las operaciones de rescate. (Foto: Royal Thai Navy)

Pero en una de las misiones previas al rescate del primer grupo de chicos, se dio a conocer la peor noticia: Gunnan había muerto como un héroe. El ex soldado perdió el conocimiento en una de las tantas idas y venidas cuando se quedó sin aire en una inmersión mientras devolvía los tanques usados por los rescatistas, alrededor de la 1 de la madrugada.

La muerte del buzo no solo generó una enorme tristeza, sino también aumentó en ese instante la incertidumbre sobre cuál podría ser el destino de los niños. Que un rescatista experimentado haya corrido tal peligro, no era un buen indicio. Pero lejos de perjudicar el rescate, el legado heroico de Gunan se replicó en el resto del equipo de los 13 socorristas que se ocuparon de asistir y salvar la vida de todos los chicos y su entrenador.

El vocero de la armada Chettha Chaip indicó que la fuerza pensaba pedir al rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, que Gunan recibiera una promoción póstuma a pesar de estar retirado, por su fallecimiento heroico. En tanto, el presidente de Airports of Thailand, Nitinai Sirismatthakarn, confirmó que la compañía para la que el trabajaba le dará a la familia del soldado 1 millón de baht (unos 30.000 dólares) en reconocimiento a su valentía.

— El profesor que se redimió —

La figura del entrenador Ekapol Chanthawong es para algunos ambigua, dado que fue él quien guió a los chicos a la cueva, e incluso algunos sostuvieron que en la entrada había un gran cartel que alertaba sobre la peligrosidad y el riesgo de la caverna, en relación a la temporada de fuertes lluvias.

Lo cierto es que su labor también fue destacada por los familiares y gran parte de la sociedad tailandesa por haber mantenido el bienestar del grupo durante los nueve días previos a que fueran encontrados por los buzos británicos.

Ekapol les enseñó a los niños a meditar y a conservar la mayor cantidad de energía hasta que los encontrasen los rescatistas. (Foto: Facebook)
Ekapol les enseñó a los niños a meditar y a conservar la mayor cantidad de energía hasta que los encontrasen los rescatistas. (Foto: Facebook)

Asimismo, en algunas imágenes se dio a conocer cómo promovió la meditación en el grupo de menores, actividad que regula no solo el estado anímico, sino la respiración, en un contexto de encierro y estrés en el que los niveles de oxígeno habían comenzado a descender. Lo familiares de los chicos lejos de culparlo brindaron todo su apoyo a Chanthawong y le agradecieron por haber mantenido con vida a sus hijos.

En las horas previas al inicio del rescate el entrenador había cedido su ración de alimentos a los chicos. Según los rescatistas de la Marina, Chanthawong, a esta altura, ya evidenciaba signos de depresión y era la persona más afectada dentro del grupo. Tal es así, que cuando se enviaron las cartas a los familiares escribió: "Prometo que cuidaré a los niños lo mejor posible. Quiero agradecerles por todo el apoyo y quiero pedir disculpas a los padres".

La respuesta de los padres fue inmediata."Si Ekapol no hubiera ido con ellos, ¿qué le habría pasado a mi hijo?", dijo en una entrevista con un canal de televisión tailandés la madre de Pornchai Khamluang, uno de los chicos de la cueva. "Cuando salga, tendremos que ayudarlo a sanar su corazón. Querido Ek, yo nunca te culparía.".

El joven que abandonó su vida monástica hace tres años y poco tiempo después se incorporó a los Jabalíes como asistente del cuerpo técnico, fue considerado casi como una fuerza divina enviada para proteger a los chicos mientras atravesaron el calvario que les toca vivir durante más de dos semanas. Para muchos, Ekapol también es un héroe.

— Los campesinos anónimos —

El agua fue bombeada en forma permanente y drenada en los campos aledaños. (Foto: AP/Sakchai Lalit)
El agua fue bombeada en forma permanente y drenada en los campos aledaños. (Foto: AP/Sakchai Lalit)

Aunque las inundaciones arruinaron su cosecha y mataron a sus animales, muchos campesinos estuvieron felices de sacrificarse por una buena causa. Muchas cosechas se perdieron justamente por el agua drenada de la cueva de Tailandia de donde los socorristas intentaban sacar a 12 niños y a su entrenador, fue a parar a muchos campos cercanos.

Los equipos de rescate bombearon el agua de la cueva para sacar a los chicos y evitar que se vean obligados a recorrer buceando una larga distancia y en es proceso las autoridades confirmaron que se trató casi de 130 millones de litros que fueron extraídos de la red subterránea, lo que equivale a 50 piscinas olímpicas.

Las autoridades locales aplaudieron el estoicismo de los agricultores de la región, y su colaboración y les ofrecieron una indeminización por la pérdida de cosechas, pero muchos la rechazaron. Nos preguntaron si queríamos una compensación por los arrozales, y dijimos que no", sostuvo Lek Lapdaungpoin.

— El héroe que no fue —

Musk y su equipo fabricaron y llevaron a Tailandia una cápsula submarina, pero los rescatistas la descartaron. (Captura de video)
Musk y su equipo fabricaron y llevaron a Tailandia una cápsula submarina, pero los rescatistas la descartaron. (Captura de video)

Elon Musk el empresario tecnológico fue otra de las personas que se ofreció a colaborar en la operación del rescate para rescatar a los niños atrapados en la cueva de Tailandia.

Sin embargo, el gobierno tailandés declinó amablemente la oferta, prefiriendo seguir adelante con su plan original de utilizar buzos. En gran medida la decisión de las autoridades estatales se debió a que el minisubmarino fabricado con piezas de cohetes no resultada "práctico" para la misión.

A pesar de la buena intención, liderar las operaciones de rescate también habría sido una oportunidad de oro para Musk de promocionar las empresas con las que quiere materializar su afán por conquistar el espacio (SpaceX), la superficie terrestre (Tesla) e incluso el subsuelo (The Boring Company).

Fuente: La Nación, GDA/Agencias

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