San Salvador [EFE]. Cientos de simpatizantes del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se concentraron este domingo frente a la sede del Congreso para exigir a los diputados la aprobación de US$109 millones para seguridad, préstamo que mantiene enfrentados al Gobierno y al órgano Legislativo.
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Los seguidores de Bukele, quienes se convocaron por las redes sociales, fueron encabezados por el exdiputado de la Asamblea Legislativa Walter Araujo.
“Estamos en un proceso insurreccional y eso no es delito, ese es un articulo de la Constitución”, dijo el político durante una intervención.
Aseguró que los diputados tienen un plazo de 15 días para aprobar los fondos y amenazó con tomarse el salón en el que los legisladores se reúnen en pleno.
La concentración estuvo marcada por insultos a los diputados y no se extendió más de media hora.
Los asistentes portaban pancartas con mensajes de respaldo a Bukele y unas cruces negras que colocaron frente a la entrada principal del recinto legislativo.
Minutos antes de la protesta, el embajador de Estados Unidos, Ronald Johnson, llamó a la calma y pidió evitar actos de violencia.
“Apoyo la libertad de expresión y el derecho a manifestarse pacíficamente. Sin embargo, cualquier acto o llamado a violencia o destrucción de propiedad por la multitud frente a la Asamblea Legislativa dañaría al país. Le podría costar empleos y destruir el potencial de crecimiento económico”, publicó el diplomático en sus redes sociales.
El embajador estadounidense sostuvo que su país acompaña “los llamados al diálogo de parte de diferentes sectores en los últimos días” y reiteró su postura de “apoyo a la búsqueda pacífica de una solución consensuada”.
El domingo pasado, el presidente del país concentró a cientos de sus seguidores frente al Congreso como medida de presión para la aprobación del referido préstamo.
Tras dar un discurso, el mandatario ingresó al recinto parlamentario escoltado por soldados y policías con fusiles de asalto, donde supuestamente oró por unos minutos.
Bukele salió y dijo: “Si quisiéramos apretar el botón, solo apretamos el botón” y pidió paciencia a sus seguidores, quienes gritaban “¡insurrección, insurrección, insurrección!”.
Funcionarios del Gobierno y diputados del oficialismo han señalado que el despliegue militar fuera y dentro de la sede del Parlamento era para dar seguridad al jefe de Estado.
El presidente Bukele señaló en un articulo publicado el sábado por el diario estadounidense The Miami Herald que los uniformados estaban presentes para evitar “actos violentos” de los asistentes, quienes estaban “exigiendo la remoción de los diputados”.
Bukele dijo en sus redes sociales que si los diputados no asistían el domingo pasado a una sesión extraordinaria convocada por su Consejo de Ministros para votar el crédito, romperían el orden constitucional y citó un articulo de la Carta Magna que versa sobre la insurrección.
El Gobierno de Estados Unidos calificó el martes como “inaceptable” la irrupción de tropas armadas junto al presidente en la Asamblea Legislativa, al asegurar que “viola la separación de poderes en las instituciones democráticas” del país centroamericano.
De acuerdo con el diputado encargado de la seguridad del recinto legislativo, Reynado Cardoza, la Policía y los militares tomaron el control las instalaciones, por lo que tuvo que ordenar el repliegue de los guardias de seguridad para evitar altercados.