Cifras para entender a quiénes afecta veto migratorio de Trump
Cifras para entender a quiénes afecta veto migratorio de Trump

Cuando Ali Vayeghan partió de Teherán rumbo a Los Ángeles para reencontrarse con su hijo el pasado 27 de enero, estaba por firmar el decreto que prohibiría la entrada de ciudadanos de siete nacionalidades de mayoría musulmana a Estados Unidos, entre ellos, la suya. Vayeghan, claro, no lo sabía. Se enteró cuando aterrizó y lo retuvieron en un cuarto durante más de doce horas.

Mientras su hermano y su sobrina lo esperaban en el hall de arribos, Vayeghan, de 61 años, estaba detenido y sin posibilidades de comunicarse con Peter Bibring, el abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) dispuesto a asistirlo. Cuando finalmente obtuvo el permiso para ser liberado, él ya estaba volando de regreso a Teherán.

Vayeghan, quien cinco días después pudo entrar en Estados Unidos gracias a una orden judicial, es una de las miles de personas afectadas por el decreto a través del cual Trump prohibió la entrada al país a los ciudadanos de Irán, Iraq, Libia, Siria, Sudán, Somalia y Yemen por 90 días y suspendió el ingreso de refugiados por cuatro meses y de aquellos que llegan de Siria de manera indefinida. La vigencia del polémico decreto duró una semana. Ahora es eje de una batalla judicial que busca determinar su constitucionalidad.

"El Gobierno no ha mostrado ninguna prueba de que ningún extranjero de los países nombrados en la orden haya perpetrado un ataque terrorista en Estados Unidos", dice el fallo que emitió anoche la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito para extender el bloqueo del decreto. El diario La Nación de Argentina relevó datos sobre esta y otras cuestiones que permiten comprender el universo de los inmigrantes y refugiados afectados por el veto de la nueva Casa Blanca.

►Refugiados en EE.UU.

El decreto de Trump pone en pausa la admisión de refugiados en Estados Unidos durante 120 días y prohíbe de manera indefinida el ingreso de aquellos que llegan desde Siria, un grupo especialmente azotado por la guerra civil dentro de su país y la crueldad de Estado Islámico .

Además, la orden ejecutiva puso un techo de 50.000 a la cantidad de refugiados que Estados Unidos recibirá durante el año fiscal 2017 (del 1° de octubre de 2016 al 30 de setiembre de este año), menos de la mitad de los que había prometido Barack Obama (110.000). En el año fiscal 2016, Estados Unidos admitió a 84.994 refugiados en total.

Según los datos del Centro de Procesamiento de Refugiados, la mayor cantidad de refugiados admitidos por Estados Unidos entre 2001 y 2016 llegó de Myanmar (166.693), seguido por dos de los siete países alcanzados por el veto de Trump: Iraq (142.967) y Somalia (105.881). De esos siete países, Libia es el país del que llegó la menor cantidad de refugiados entre esos años: 17. Desde Siria, por otro lado, se dispararon las solicitudes en los últimos dos años, ante el recrudecimiento de las condiciones de vida dentro del país: 1682 admisiones en 2015 y 16.153 en 2016. Fue el segundo grupo más grande que ingresó al país el año pasado, detrás de la República Democrática del Congo (21.549).

En total, durante la gestión de George W. Bush (2000-2009), que tras los atentados de 2001 congeló la admisión de refugiados por dos meses para endurecer los requisitos, entraron 381.802 personas bajo ese estatus. Durante la administración de Barack Obama (2009-2017), 583.138.

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►¿Mayoría musulmana?

"No queremos que entren extremistas islamistas. No queremos musulmanes radicales. No los queremos aquí", arengó Trump, al anunciar el veto, que apunta contra siete países de mayoría musulmana. Cumplió así parte de una de las promesas más provocadoras de su campaña: un bloqueo "bloqueo total y completo de los musulmanes que ingresan a Estados Unidos".

Si bien los siete países afectados por la prohibición son, efectivamente, en su mayoría musulmanes (esa religión representa a entre el 90 y el 99,8% de sus poblaciones), el universo de refugiados que llegaron de aquellos países a Estados Unidos muestran otras proporciones, según los datos del Centro de Procesamiento de Refugiados entre 2001 y 2016.

En Irán, por ejemplo, donde el 99,5% de la población es musulmana y un 0,2% cristiana, el 51,1% de los 46.547 ciudadanos que pidieron refugio en Estados Unidos son cristianos (la mayoría protestantes) y solo 4,9%, musulmanes. La segunda religión entre quienes solicitan asilo es el bahaísmo (23,5%). En Iraq, menos de un 1% de la población es cristiana y, entre los refugiados iraquíes, ese porcentaje aumenta a 33; mientras que en Sudán ese número salta desde un 5,4% en el país a un 46,7% entre los solicitantes de asilo.

En Siria, Libia y Somalia, en cambio, se repite la imponente mayoría islámica tanto dentro de sus países como entre los refugiados que llegan a Estados Unidos. Esto le ha valido críticas a Obama, dada la persecución que sufren los cristianos y yazidis por parte de Estado Islámico. Ese grupo representa menos de un 2% de los refugiados sirios en Estados Unidos.

En este sentido, Trump señaló que, una vez terminado el veto migratorio, dará prioridad a las minorías religiosas y puso como ejemplo justamente a los cristianos en Siria. Las denuncias por discriminación de parte de organismos de derechos humanos y hasta de la ONU no tardaron en llegar.

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►El origen de los terroristas

El decreto de Trump afirma, sin mencionar casos, que "numerosos individuos nacidos en el extranjero han sido condenados o implicados en delitos relacionados con el terrorismo desde el 11 de setiembre de 2001". En la misma línea alarmista, el mandatario reaccionó ante la suspensión de la orden ejecutiva: "Si pasa algo, la culpa será del juez y del sistema judicial".

La Casa Blanca se basó para la selección de los siete países en una ley aprobada en 2015, tras el atentado de San Bernardino, que catalogó a Irán, Iraq, Libia, Siria, Sudan, Somalia y Yemen como "países de preocupación" dentro de su programa de exención de visa. A partir de ese momento, los ciudadanos de los 38 países (la mayoría europeos) que no necesitaban visa para viajar a Estados Unidos pero que tuvieran también la nacionalidad de alguno de esos siete países o hubieran visitado a alguno de ellos después de 2011, deben acudir a una entrevista para solicitar el permiso para entrar al país norteamericano.

Sin embargo, según un estudio del think tank estadounidense New America, de los 12 atentados que resultaron en muertes desde el 11 de setiembre de 2001, ninguno fue perpetrado por ciudadanos, o descendientes de ciudadanos, de esos países. El informe señala que de un total de 396 personas vinculadas con el yihadismo en Estados Unidos -desde asesinatos hasta envíos de dinero a células terroristas-, casi la mitad (189) eran nacidos en ese país, y otro 32% tenía la ciudadanía o la residencia de Estados Unidos. Solo el 3,8% de ese total eran refugiados.

En su discusión telefónica con el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, Trump rechazó el acuerdo por el cual Estados Unidos recibiría 1250 refugiados que habían llegado a costas australianas y adujo que entre ellos podía llegar "el próximo atacante de Boston". En efecto, los responsables del atentado en la maratón de Boston en 2013, que dejó 3 muertos, fueron los hermanos Tsarnaev, nacidos en la ex Unión Soviética y residentes permanentes de Estados Unidos.

De los mayores atentados en Estados Unidos de los últimos tiempos, uno fue perpetrado por una paquistaní y un estadounidense de ascendencia paquistaní (San Bernardino, en 2015, con un saldo de 14 muertos) y un estadounidense de ascendencia afgana (Orlando, 2016, 49 muertos). Ninguno de esos países fueron afectados por el veto de Trump. Tampoco Arabia Saudita o Egipto, de donde provenían varios de los miembros de Al-Qaeda que participaron de los atentados de 2001.

Además, hubo 15 ataques terroristas frustrados, tres de ellos por ciudadanos de países alcanzados por la prohibición: dos de Somalia y uno de Irán.

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►Las visas en duda

Horas antes de la suspensión del veto a nivel nacional a manos del juez de Seattle James Robart, el Departamento de Estado anunció hace una semana que se habían revocado 60.000 visas de ciudadanos de los siete países afectados.

Estados Unidos otorga dos tipos de visas al público en general para poder ingresar en su territorio. La más relevante es la de inmigrante, para aquellas personas que quieran vivir permanentemente en ese país. Para conseguirla, una persona debe tener un cónyuge o ciertos familiares estadounidenses, o contar con el auspicio de un empleador. También existen las visas por diversidad, que dan residencia permanente a personas de países cuya tasa de inmigración en los Estados Unidos es baja.

De los siete países afectados por el veto migratorio, el Departamento de Seguridad Interior publica los datos de los permisos para residencia a cuatro de ellos, ante la falta de una embajada en los tres restantes. En los últimos diez años (2007-2016) se entregaron 19.861 visas de inmigrante en Iraq; 19.806 en Yemen; 8841 en Siria (hasta 2012, cuando cerró la embajada) y 2242 en Sudán (desde 2015). Son, en total, 50.750 ciudadanos con la posibilidad de vivir en Estados Unidos y que, si vuelve a regir el decreto de Trump y salen del país, su regreso estará en duda durante por lo menos tres meses.

Entre 2007 y 2016, quienes recibieron más visas de inmigrante fueron los ciudadanos de México (730.483), República Dominicana (365.619) y China (360.322). La Argentina figura en el lugar 85, con 4882 visas emitidas durante esa década.

Por otro lado, entre 2006 y 2015, se emitieron visas de no inmigrante -es decir, para estadías temporales- a 88.353 ciudadanos de cuatro de los siete países. Estos son: Iraq (46.405), Yemen (15.154), Sudán (14.063) y Libia (12.731, hasta 2014), según los datos publicados por el gobierno estadounidense.

Fuente: LA NACIÓN, GDA

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