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DC Entertainment, encargada de manejar la marca de Superman, accedió a que la estatua del niño Jeffrey Baldwin lleve la “S” de Superman en el pecho.
Este pequeño de dos años de edad, fue enviado a la casa de sus abuelos, en Toronto, Estados Unidos, junto a sus tres hermanos. Sus padres eran jóvenes y al parecer querían tomarse un descanso.
En el 2002, Jeffrey fue encerrado con su hermana en una habitación tétrica, sin juguetes ni la alimentación adecuada. Tuvieron que usar el agua del inodoro para saciar su sed y vivir en medio de sus excrementos. A la tortura se sumaron los continuos golpes propinados por sus abuelos.
Durante el juicio, se dio a conocer que Jeffrey pesaba poco más de 10 kilos cuando murió.
Los abuelos, Elva Bottineau y Norman Kidman, fueron condenados a cadena perpetua en el 2006 por asesinato en segundo grado.
El caso causó tanta conmoción que Todd Boyce, un padre de familia, decidió hacer una escultura de bronce en alusión al niño asesinado, la cual será mostrada en Greenwood Park de Toronto.
Jeffrey amaba a Superman y en su primer Halloween llevó el disfraz de este personaje. Su padre, Richard Baldwin relató: “Él trataba de saltar de una silla, quería volar. Teníamos que hacer que pare. Aún tengo la foto de él disfrazado de Superman, está colgada en mi pared. Era nuestro pequeño hombre de acero”.
En un principio, esta historia no causó impresión en DC Entertaiment, que los acusó de violación a la marca al recibir la carta de Todd Boyce.
El vicepresidente de DC, Amy Genkins, respondió "por una variedad de razones legales, no somos capaces de acceder a la solicitud, ni muchos a otros proyectos muy valiosos que vienen a nuestra atención."
Ante el reclamo público, DC permitirá que la estatua de Jeffrey lleve la “S” en el pecho.
