Una asistente reveló que uno de los eurodiputados de mayor cargo se masturbaba frente a una joven ayudante. (Foto: EFE).
Una asistente reveló que uno de los eurodiputados de mayor cargo se masturbaba frente a una joven ayudante. (Foto: EFE).
Redacción EC

Más de una docena de mujeres acusaron a varios políticos del Parlamento Europero de haberlas acosado, hostigarlas sexualmente y tratarlas como “pedazos de carne”.

Según una investigación del diario Sunday Times, el corazón de la Unión Europea se había convertido en un “semillero de acoso sexual” por el comportamiento inapropiado de sus integrantes.

Las mujeres, que se mantienen en el anonimato por las posibles represalias que pudieran sufrir, explican que se animaron a contar sus historias a raíz del Caso Weinstein.

Una asistente reveló que uno de los eurodiputados de mayor cargo se masturbaba frente a una joven ayudante, mientras que otra contó como la habrían manoseado.

“No rinden cuentas a nadie”, señaló una asistente que pidió estar en el anonimato. "El Parlamento se ha convertido en “un semillero absoluto de acoso”.

“Es humillante ser tratado como un pedazo de carne por los eurodiputados” agregó.

"Estaba acariciando mi pelo, luego mi cuello, bajando por mi espalda... Me quedé helada, petrificada", explicó otra de las mujeres. "Se lo conté a un compañero que me dijo que debería dar parte de ello, pero al final no lo hice. Tenía miedo de perder mi trabajo, de enfrentar la vergüenza y arruinar mi carrera”, contó.

Las víctimas son asistentes y miembros del equipo de los eurodiputados, que pertenecen a diversos partidos dentro del Parlamento Europeo.

El diario también da cuenta de mensajes indeseados enviados por los eurodiputados a las asistentes. Entre ellos, un sms enviado por Yves Cochet, ex ministro de Medio Ambiente de Francia y diputado del Partido Verde a una asistente de 25 años de otro parlamentario. “Sé que es un cliché, un anciano que pregunta por una mujer joven y bonita. Pero tienes miedo de lo que dirá la gente... ¿quizás tiembles con una expectativa deliciosa pero desconcertante?”, le escribió después de que la mujer rechazara su invitación para cenar.

"Estábamos sentados de espaldas a la pared y él simplemente puso su mano sobre mi trasero. No tenía idea de qué hacer. Yo estaba como, 'Dios mío, ¿esto está sucediendo realmente?' Mirando hacia atrás, parece una locura no hacer nada, pero no quería meterme en problemas con mi jefe. Era muy joven y no sabía cómo manejar la situación, y él era muy consciente de ello”, según otro de los testimonios.

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