Desde Moscú. Vassilyi Brovko termina un desayuno de trabajo en un elegante café frente a la Plaza Roja tirándose abajo los estereotipos que cualquiera pueda tener de un funcionario ruso. “El mundo es distinto –dice- y con la ideología no se puede dar de comer. La ideología importa mucho para los norteamericanos que aún viven en un mundo ordenado por las categorías de la Guerra Fría. Nosotros, en Rusia, ya lo superamos”.
El grupo de periodistas latinoamericanos que lo escuchábamos nos miramos las caras. Sí pues, el mundo ha cambiado.
Brovko es el jefe de las comunicaciones globales de Rostec, el gigante conglomerado estatal ruso que está ansioso de hacer más negocios con América Latina ante la catarata de sanciones con que Occidente ha castigado al Kremlin por el conflicto de Ucrania.
Su discurso es fresco. Es la cara que el Gobierno Ruso quiere mostrar. A sus 29 años, ostenta uno de los cargos más influyentes en un holding que –entre muchas otras cosas- incluye empresas de armamento, helicópteros, camiones y tecnología médica.
Brovko sale a la Plaza Roja para que un canal de televisión le tome declaraciones. Pero al minuto, un sujeto lo impide. Está prohibido filmar, repite. Saca su identificación. Es un policía vestido de civil que vigila cada movimiento en los alrededores del Kremlin. Brovko asienta. Tiene que cumplir las órdenes. El mundo es distinto, pero algunas cosas no cambian. Rusia intenta, pero su pasado es inmenso.
LAS SANCIONES: UNA OPORTUNIDAD
El invierno en Rusia es inclemente. La nieve y el hielo que te adormece la cara marca la resistencia de su carácter. Cordiales pero firmes. Los guías turísticos te repiten que ellos han sobrevivido a todo. Remarcan el orgullo por su historia, con lo bueno y lo malo.
Y las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea los afecta, pero –insisten- no los va a derrotar. Repiten como un mantra que es una oportunidad y que le van a sacar provecho. “En Occidente no quieren recordar una regla: Es fácil abandonar un mercado, pero es difícil ocuparlo de nuevo porque habrá otros”, dijo el ministro de Industria y Comercio, Denis Manturov, en un encuentro con los periodistas latinoamericanos invitados.
Las sanciones están afectando al país. El rublo se ha devaluado y la economía está entrando en recesión. “¿Qué vamos a hacer ante esto? Así como un organismo responde a situaciones de estrés, intensificando sus procesos regenerativos, así lo haremos con nuestra economía”, agregó Manturov.
La devaluación del rublo es una oportunidad para sus exportaciones. Ante la caída del precio del petróleo, las ventas se están enfocando en el níquel, titanio y aluminio, pero también en la industria militar y civil.
“Las restricciones pueden ser favorables. Rusia depende mucho de los suministros de maquinaria sofisticada de los países de Occidente. Pero ahora nosotros tendremos que crear nuestra propia industria de artículos de alta tecnología y comercializarla. Si Japón se niega a vendernos algún equipo de alta tecnología, pues ahí estará Brasil o China”.
PRODUCCIÓN. Este es el interior de la fábrica de vehículos Kamaz, ubicada en la ciudad industrial de Náberezhnye Chelny, Tartastán. Producen camiones, buses y vehículos para transporte militar. (Foto: Gisella López Lenci)
RUSOS Y LATINOS
A medida que las puertas se van cerrando entre las grandes potencias, el Gobierno y los empresarios rusos tienen más interés en nuestra región. “Queremos ampliar y diversificar nuestras relaciones con América Latina”, comenta el ministro.
Pero antes tienen que derribar algunas barreras. “Nuestra cooperación económica es activa pero no está agotada. Ha habido una política relativamente inerte desde Rusia hacia Latinoamérica, y también hay una falta de comprensión entre las esferas dominantes en muchos países latinos con respecto a las posibilidades que Rusia puede ofrecerles”, remarca Brovko.
No es fácil para Rusia tratar de reforzar los vínculos con una región cuyos nexos son muy fuertes con Estados Unidos y Europa, los sancionadores de Moscú. Pero ellos no pierden la fe. Y recordando que en Sudamérica hay tres presidentas mujeres, el ministro apela a otra estrategia: “Ellas saben lo carismático que es el presidente Putin”.
ROSTEC: EL CONGLOMERADO ESTATAL
1. Industria civil y militar
La corporación estatal Rostec se estableció en noviembre del 2007. Trabaja en el campo de la industria civil y militar y es uno de los conglomerados más importantes del país.
2. Un conglomerado de empresas estatales con participación privada
La corporación está formada por casi 700 organizaciones y 15 holdings: 8 en el complejo militar-industrial y 7 en industrias civiles. El Gobierno Ruso tiene la mayoría de la participación, pero sus socios privados también tienen acciones en casa una de las empresas.
3. Las principales industrias que desarrolla
A través de sus diferentes empresas asociadas, Rostec fabrica en la rama militar camiones, helicópteros, motores para aeronaves, armamento (municiones, armas de precisión, sistemas de misiles). En la rama civil, desarrolla equipos radioeléctricos (como semáforos), dispositivos ópticos y equipamiento médico.
4. Helicópteros, motores y camiones
Entre sus principales empresas se encuentra Helicópteros de Rusia y los camiones Kamaz. Esta última ha ganado 11 veces el rally Dakar.
5. Armas Kalashnikov
Estos tradicionales rifles rusos también son fabricados por Rostec. La corporación Kalashnikov, mayor fabricante ruso de armas de combate, es uno de sus holdings. Hace poco han cambiado su logo e imagen corporativa.