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Al menos 30 personas han sido detenidas por Carabineros de Chile en una nueva jornada de protestas en el centro de la capital, en la que se han registrado enfrentamientos entre agentes de seguridad y manifestantes, que reclaman la liberación de los arrestados en las manifestaciones del estallido social registrado en el país.
Carabineros informó que “en su trabajo por restablecer el orden público, personal policial de Control de Orden Público detuvo a 30 individuos en el contexto de desórdenes graves ocurridos en la Alameda”, la principal arteria de Santiago de Chile.
Pasadas las 18:00 horas del viernes, se registraron incidentes en el centro de la ciudad, especialmente en las cercanías del Metro Universidad de Chile, contra lo que Carabineros ha utilizado carros lanzaguas y granadas de gas lacrimógeno para dispersar a los cientos de manifestantes.
La avenida Alameda, la principal calle de la capital, es donde se sitúa el palacio de Gobierno, La Moneda, hasta donde los manifestantes han intentado llegar pero se han encontrado con el cerco policial instaurado por Carabineros.
Como viene siendo habitual, las manifestaciones han provocado el cierre de las estaciones de metro de La Moneda, Universidad de Chile y Santa Lucía, todas las cercanas a la sede el Ejecutivo.
Manifestantes caminan durante la protesta. Los viernes se han convertido, desde hace unas semanas, en el día en el que los ciudadanos salen a las calles de Santiago bajo la premisa de “rodear La Moneda” para reclamar la liberación de los detenidos durante las protestas registradas el año pasado en el marco del estallido social.
En un primer momento las protestas se concentraron en la Plaza Baquedano, aunque en las últimas semanas se ha trasladado hacia las inmediaciones de La Moneda, cuyo entorno ha sido fuertemente protegido por Carabineros.
Chile vivió a finales del año pasado la crisis social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que empezó como una protesta contra el alza en el precio del tiquete de metro y se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo y más derechos sociales.
Manifestantes huyen de chorros de agua lanzados por un vehículo antidisturbios durante una protesta contra el presidente de Chile, Sebastián Piñera, en el centro de Santiago.
Las revueltas, que fueron multitudinarias durante los primeros meses y se suspendieron durante la larga cuarentena que rigió en Santiago, dejaron más de una treintena de muertos y miles de heridos, además de episodios de violencia extrema con incendios, saqueos y destrucción de mobiliario público.