Saná. La filial yemení del grupo terrorista Al Qaeda amenazó en una grabación con matar al rehén estadounidense Luke Somers, secuestrado en Saná (capital de Yemen) en setiembre de 2013.
En las imágenes, difundidas en páginas extremistas y cuya autenticidad no ha podido ser verificada por fuentes independientes, los secuestradores piden a Washington la satisfacción inmediata de sus demandas, aunque no ofrecen más detalles.
La amenaza fue lanzada por el dirigente de Al Qaeda en la Península Arábiga, Naser bin Ali al Ansi, que lee un comunicado en el que asegura que Estados Unidos conoce perfectamente sus exigencias.
"Damos al Gobierno de EEUU un plazo de tres días a partir de la difusión de este comunicado para satisfacer nuestras demandas que conoce perfectamente, en caso contrario el rehén estadounidense encontrará su inevitable destino", aseguró el líder terrorista.
También advirtió a Washington contra cualquier intento de liberarlo.
En la grabación, en la que se muestra al camarógrafo estadounidense, este se presenta a sí mismo, y asegura que tiene 33 años y que nació en el Reino Unido, pero es de nacionalidad estadounidense.
El pasado noviembre, las fuerzas de seguridad yemeníes lanzaron una operación para rescatar a Somers y otros rehenes yemeníes y extranjeros en la que liberaron a ocho personas, entre ellas un saudí y un etíope.
El Ministerio de Defensa precisó entonces que Somers, un sudafricano identificado como Pierre Korbie, y un británico que no identificó habían sido cambiados de lugar, dos días antes del ataque.
El periodista estadounidense fue secuestrado en la capital yemení en septiembre de 2013, mientras que el profesor sudafricano fue secuestrado junto a su esposa -posteriormente liberada- en mayo de 2013 en la ciudad de Taiz.
Respecto al ciudadano británico, no se dispone de información sobre su identidad.
Los secuestros de extranjeros son frecuentes en Yemen y Al Qaeda ha recaudado en los últimos tres años decenas de millones de dólares por el pago de rescates a cambio de la liberación de los rehenes.
Fuente: EFE