(Foto: Lino Chipana / El Comercio).
(Foto: Lino Chipana / El Comercio).

El suicidio constituye un problema de salud pblica mundial que sobrepasa culturas y clases sociales. Sin embargo, dentro de la poblacin indgena, y de manera preocupante en el caso de las mujeres jvenes y adolescentes de los pueblos awajn (Amazonas) y kukama (Loreto), los intentos de suicidio se han acentuado en los ltimos aos.

Una investigacin del Instituto Nacional de Salud Mental en la selva rural da cuenta de que casi la mitad de las mujeres encuestadas se siente insatisfecha por el nivel educativo y socioeconmico alcanzado. El 26% de ellas ha sentido alguna vez deseos de morir, frente al 7,5% manifestado por los hombres. Por su parte, un estudio de Unicef sugiere que entre los awajn el intento de suicidio es un mecanismo culturalmente asumido y de larga data como respuesta a los conflictos interpersonales.

Ante esta compleja realidad, no cabe una explicacin nica, pues los motivos son mltiples y deben ser estudiados segn las particularidades de cada pueblo indgena. Sin embargo, nuevos factores como el ingreso de actividades ilegales a sus tierras tala, narcotrfico y trata de personas o actividades extractivas sin la adecuada vigilancia ambiental y social vienen generando alteraciones profundas en el entorno social indgena y en el deterioro de las condiciones de vida de las mujeres.

La priorizacin de la mano de obra masculina (jornalero u obrero) es la ms visible, aunque no la nica, de las actitudes de exclusin de las mujeres. El reemplazo de la agricultura de subsistencia (labor que realizaban las mujeres) por una nueva economa de intercambio de bienes contribuye a restarles autonoma.

Estos cambios, sumados a otros factores sociales y personales, como han sealado diversos especialistas, estaran produciendo cuadros severos de frustracin que llevan a algunas mujeres a considerar insoportable su existencia. Por ejemplo, en una comunidad de El Cenepa, el responsable del centro de salud nos report que conoci por lo menos 50 casos de suicidio en aos recientes.

Ante ello, urge al Estado emprender reformas sustantivas que apunten a disminuir las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres, a controlar los impactos sociales diferenciados y a tener alternativas dentro de las dinmicas productivas que permitan reducir la incertidumbre e inseguridad sobre el futuro de las mujeres.

Todo esto debe estar acompaado por un nuevo enfoque en la intervencin del sector salud para atender los casos de intentos de suicidio, pues no existe, en la actualidad, ningn tratamiento adecuado para ellas en los establecimientos de salud de las comunidades. Las postas no tienen personal especializado y con competencias interculturales que permita centrar la atencin no solo en el comportamiento emocional individual, sino en la identificacin de otros factores de riesgo sociales, simblicos y culturales subyacentes.

La experiencia demuestra que, en contextos culturales diferentes, enviar psiclogos a la zona con enfoques de salud mental tradicionales no ha surtido efecto para resolver una problemtica que involucra otros aspectos del propio entramado cultural.

En este contexto, es incomprensible que ante las graves condiciones de salud fsica y mental que enfrentan los pueblos indgenas el Poder Ejecutivo contine postergando desde hace 18 meses la aprobacin de la poltica de salud intercultural. No cabe duda de que esta medida contribuir a examinar con seriedad y rigor el servicio de salud brindado a fin de hacer los correctivos necesarios para enfrentar esta penosa realidad y vislumbrar nuevas formas de atencin que eviten el suicidio de ms mujeres indgenas.